Los jugadores del Mónaco tomaron anoche contacto con el césped de Son Moix. Foto: TOMÀS MONSERRAT.

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El mejor fútbol del continente se da cinta en Son Moix. Mallorca y Mónaco disputarán esta noche un partido grande, un encuentro de la máxima en una noche espectacular.

El fútbol total del Mónaco se enfrentará al planteamiento sólido, práctico y eficaz del Mallorca. Lo de hoy es un lujo para los seguidores isleños, un partido de estos que llegan con cuentagotas y que sólo disputan un reducido grupo de privilegiados.

Por fortuna, el Mallorca es protagonista directo de una competición que hasta la fecha no empieza a ser valorada en su justa medida. Los más grandes están en la Champions, pero no todos tienen cabida en la Liga de Campeones y equipos como el Mónaco buscan refugio en una Copa de la UEFA que gana espectacularidad con la llegada a los octavos de final.

Sobre el verde del estadio de la Via de Cintura se darán cita nombres y hombres de una talla internacional envidiable. Los rivales llegaron ayer con todo. Con el mejor portero del mundo, Fabien Barthez, con las torres que forman Márquez y Christanval y con el tridente ofensivo por excelencia: Gallardo, Trezeguet y Simone. El Mallorca, por su parte, ha mostrado un respeto soberano hacia el equipo del Principado. Los futbolistas no han dejado de manifestar hasta la saciedad que los de Claude Puel son mejores que el Ajax y que para batirles será necesario aplicar grandes dosis de trabajo y concentración durante los noventa minutos. El Mónaco se caracteriza por buscar siempre la meta rival.

En la liga francesa son ya virtuales campeones, marcan siempre lejos de su estadio y la apuesta por el juego ofensivo la mantienen partido a partido. Sin embargo, los del Principado también tienen puntos débiles. Su obsesión por el gol les hace en ocasiones dejar algo desasistida la retaguardia, y ahí es donde más y mejor puede hacer daño el grupo balear.