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El Banesto llegó con la cabeza sobre los hombros pero la Once apareció en Son Sant Joan decapitada. Ni Laurent Jalabert ni Abraham Olano tomarán parte en la Challenge. Manolo Saiz ha decidido que el equipo afronte el inicio de la temporada dividido en dos grupos. Nueve corredores disputarán la ronda mallorquina y el resto, el propio Saiz incluído, tomará parte en el Tour del Mediterraneo. La diseccionada Once llegó a Son Sant Joan al filo de las diez de la noche, en una expedición a cuyo frente se encontraba el segundo de Saiz, Santiago García. «No podemos hablar ahora mismo de objetivos porque eso es algo que corresponde a Saiz pero seguro que apostaremos por dos de las grandes rondas, seguramente la Vuelta y el Tour», señaló.

A diferencia de la Once, el Banesto llegó al completo. O casi. Una lesión de ligamentos en la mano izquierda impedirá a José María Jiménez subirse a la bicicleta en Palma. El «Chaba» confía en recuperarse en una semana y también en que la próxima temporada sea más fructífera que la pasada. «Estoy satisfecho del rendimiento que di el año pasado pero la verdad es que los éxitos no acompañaron y espero que en el 2000 sí se produzcan. Para ello voy a trabajar al máximo porque me siento muy ilusionado».

La lesión en el dedo del «Chava» ha modificado los planes de Unzúe y el propio corredor abulense en el principio de su programación. El director pretendía hacerle disputar el Criterium Internacional y la Lieja-Bastoña-Lieja para que se fogueara entre los clasicómanos. «Llevaba dos meses bien y la lesión en el dedo ha sido un contratiempo», se lamentó Jiménez.

Por su parte, el otro líder, Alex Zülle, resaltó la oportunidad de comenzar su andadura sin el lastre pasado de los seis meses de sanción que le impuso su Federación por su implicación en el «caso Festina». «Eso lo cambiará todo y me permitirá centrarme aún más en el Tour, que es donde tengo puesta la cabeza», manifestó.