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EUROPA PRESS-MADRID. El Atlético de Madrid se impuso hoy al Mallorca (1-0) en una jornada en la que el protagonismo estuvo en el exterior del estadio más que en el césped. La afición rojiblanca reivindicó la vuelta de Gil a la presidencia del club y en el terreno de juego su equipo volvió a sufrir para conseguir una victoria sin brillo, pero muy importante dadas las especiales circunstancias extradeportivas.

El Atlético parecía que podía sacar provecho de toda la situación creada en el exterior del estadio, ya que salió espoleado por una afición más motivada que nunca. En cinco minutos creó sus dos únicas ocasiones del primer periodo, ambas en botas de Solari, pero después se disolvió y volvió a dar la habitual cara triste de esta temporada. De hecho, la mayor ovación de los primeros 45 minutos se la llevó Molina, que en una salida desbarató una clarísima ocasión de Carlos, que encaraba sólo al meta rojiblanco. Todo ello en medio de un partido malo, con dos equipos sin ideas y donde el centro del campo no encontraba el pase definitivo.

Los de Fernando Vázquez se mostraron muy firmes en defensa, y desde atrás construyeron su juego. Carlos y Tristán buscaban la espalda de la línea rojiblanca y, de hecho, el pequeño delantero mallorquín tuvo la mejor ocasión de la primera parte en un uno contra uno ante Molina que cruzó en exceso. Antes del descanso el partido volvió a encenderse con un posible penalti de Siviero a Kiko que Puentes Leira no señaló pese a que estaba muy bien colocado.

En la reanudación Puentes Leira no dudó. Una sensacional internada de Aguilera fue cortada por David en falta dentro del área isleña y el colegiado gallego se fue al punto de penalti. Jimmy Hasselbaink, el especialista rojiblanco, no dio opción a Leo Franco con un disparo duro y ajustado al palo derecho.

Los hombres de Vázquez adelantaron líneas buscando el gol del empate, pero sin verticalidad. Sólo la potencia de Lauren y la velocidad de Carlos y Tristán llevaban peligro a las inmediaciones de Molina. Una jugada de Carlos en el extremo acabó con un centro que remató Tristán pero que salvó in extremis Gamarra. Vázquez lo intentó todo con la entrada de Ibagaza, Djokaj y Quintero, pero el Mallorca no tenía su día en ataque, Molina salvó en el último minuto una buena ocasión de Tristán, pero los tres puntos se quedaron en el Calderón.