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0 MALLORCA B: Miki (1), Buades (1), Rubiales (1), Romerito (1), Àlvaro Cámara (1), Benjamín (1), Àlvaro Novo (1), Jonathan (1), Da Mota (1), Cordero (1) y Jesús (1).
Cambios: Alyson (1) por Cordero, Carlos (1) por Rubiales y Chando (1) por Da Mota.
1 GIMNÀSTIC TARRAGONA: Baines (1), Gordillo (1), Ortuño (1), Socías (1), Masnou (1), Cantero (1), Raúl (1), Leo (1), Mesa (1), Pallares (1) y Félix Prieto (1).
Cambios: Peri Ventura (-) por Mesa y Adam (-) por Felix Prieto.
ÀRBITRO: Martínez Griñán (0). Mal asistido en las bandas. Mostró cartulina amarilla a los locales Rubiales y Romerito y a los visitantes Ortuño, Socias, Cantero, Leo y Pallares.
GOLES:
Minuto 38, Felix Prieto convierte un penalti cometido a Leo, 0-1.
LO MEJOR: El público
LO PEOR: El auxiliar

AMADOR PONS
El Mallorca B perdió el tercer partido de la temporada ante el Gimnàstic de Tarragona. El filial jugó uno de los peores encuentros de la temporada, se mostró ineficaz en ataque y cayó ante un equipo que apenas cruzó la línea del centro de campo.

Resulta un ejercicio complicado destacar algo del encuentro disputado ayer en el Estadio Lluís Sitjar. Los visitantes llegaron a la Isla con el objetivo de jugar al contragolpe y tras la consecución del gol se limitaban a despejar el balón y a esperar un nuevo ataque local. El filial no supo cómo jugar a un conjunto que basaba su defensa en el fuera de juego. Los hombres de Juan Ramón López comenzaron bien y consiguieron crear jugadas de peligro al entrar por las bandas. Pronto se olvidaron de este recurso y basaron todo su juego en colgar balones sobre el borde del área, facilitando las tareas defensivas del Gimnàstic.

El filial disfrutó de sus oportunidades durante la primera hora de juego. Internadas por la banda que se convertían en pases de la muerte y la lucha de Da Mota y Jesús en la delantera pusieron en apuros la portería de Baines. El Gimnàstic en estos minutos se aventuraba a salir al contragolpe y en el minuto 38 en una de estas salidas Leo es derribado cuando iba a internarse en el área. Martínez Griñán señala penalti y Felix Prieto sube el cero a uno en el marcador. La polémica decisión va a cambiar el signo del partido. El filial se ciega en ir a nuscar el empate y no encuentra más recurso que lanzar balones desde la defensa al ataque. El centro del campo desaparecería en los minutos finales del primer tiempo y ya no volvería a aparecer.

El guión del segundo tiempo se transformó en una continuidad de los minutos finales de la primera. El Gimnàstic no crea ni una sola ocasión de peligro, pero tampoco le hacía falta. El Mallorca B jugaba sin pensar y no hilvanaba jugada alguna. Los cambios introducidos por Juan Ramón López no dieron frutos ya que se continuaba con la misma táctica con distintos hombres. El Gimnàstic se mostraba impenetrable en los balones aéreos "el filial facilitaba la tarea, ya que en la mayoría de las ocasiones se colgaba el balón desde su propio campo" y el auxiliar se sumó a la fiesta quien levantó el banderín sin criterio e imposibilitó un buen número de ataques locales.