Germán Burgos y el Real Mallorca intentarán que la sanción no sea tan elevada como se está especulando en estos momentos.

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M.ALZAMORA/T.TERRASA El Comité de Competición decidió ayer abrir expediente disciplinario a Germán Burgos entendiendo que la conducta que mantuvo el portero en el incidente que tuvo con el jugador del Espanyol, Manuel Serrano, «puede ser merecedora de sanción». El Comité da un plazo de 48 horas al Mallorca para que presente la documentación que estime oportuno y de esta forma tener toda la información posible a la hora de hacer pública una posible sanción.

El colegiado del partido no vio la acción y por lo tanto no la reflejó en el acta, sin embargo el Espanyol denunció ayer los hechos y el Comité, basándose principalmente en la prueba videográfica, estima que el incidente protagonizado por el portero puede acarrear algún tipo de sanción al infringir los artículos 11, 122 y 137 de los Estatutos Federativso. El conjunto bermellón tiene de plazo hasta las seis de la tarde del jueves para presentar las alegaciones que estime oportunas. Después será competición quien decida sobre el caso.

La entidad balear remitirá en breve las alegaciones pertinentes para evitar que el castigo a su portero sea desmesurado. Fernando Talens, el ex secretario general de la Federación Balear de Fútbol, y uno de los abogados que más sabe en materia de legislación futbolística, manifestó ayer que la base de la defensa tiene que basarse en dos artículos. «El Mallorca tendría que intentar encuadrar su defensa basada en que la acción fue un lance violento derivado de juego que yo entiendo que sería el punto en el que el club podría puntualizar su defensa y que rebaja la sanción de uno a tres partidos». Talens explicó porqué este punto puede ser la base de la defensa. «Para determinar si la conducta fue un lance violento o una agresión el comité tiene en cuenta varios puntos como si el balón está en juego o cerca de la acción. Se puede entender que no se está disputando un balón pero sí que la pelota está a punto de llegar al lugar en cuestión. Entiendo que esto podría interpretarse como un lance violento derivado directamente del juego e intentar reconduir la posible sanción que pueda caerle al portero».