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Camacho acercó la selección a Mallorca. El técnico del combinado español disertó ayer en Llucmajor en una conferencia-coloquio previa a la fiesta del Día de Entrenador y esparció sus conocimientos entre un aforo entregado a su alocución. José Antonio Camacho se mostró pragmático, accesible, siempre cercano al aficionado en un movimiento de pieza que quiere derivar en una de sus frases más manidas: «Ésta es una selección de todos los españoles».

El de Cieza abrió la conferencia con una introducción cercana al cuarto de hora sobre su visión del balompié. Subrayó que «la ley Bosman ha perjudicado a los vestuarios. Antes los foráneos se contaban con los dedos de las manos y se adaptaban a nuestro fútbol.

Ahora, todo es al revés», significaba el seleccionador nacional. El preparador murciano habló de las sanciones («deberíamos cambiar el sietema y adecuarlo al de la NBA, en el que cada jugador paga una multa pero puede jugar el siguiente partido», señaló) y se refirió a temas tan variados como la Eurocopa y la prolongación de su estancia en el actual cargo: «Creo que los argumentos de la UEFA son muy pobres y han metido la pata tratándolo de justificar con el tema de las infraestructuras.