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M.A No hubo una sobresaturación de VIPs en el palco de Son Moix, ni falta que hizo. La sola presencia de Anna Kournikova llenó el capítulo de las incidencias que ocurren fuera del terreno de juego. La espectacular tenista rubia, que lleva varios días en Mallorca entrenandose en el Club Agüait de Cala Rajada, acudió al estadio acompañada por su amigo Carlos Moyá, que le hizo de anfitrión y de «profesor» en su primera lección sobre el fútbol en general y el Mallorca en particular. Kournikova eligió un señalado día para acudir al recinto palmesano. Apenas unas horas antes se había conocido que España no albergará la Eurocopa del 2000, a la que optaba el estadio del Mallorca en calidad de subsede. Como es lógico, la rusa no tuvo opinión sobre este tema, pero sí Carlos Moyá, que se mostró muy contrariado por la decisión de la UEFA. «Pienso que ha sido una auténtica pena porque hemos perdido una gran oportunidad de presenciar el mejor fútbol continental. Lo único positivo de todo esto es que hemos estado cerca de lograrlo y por eso tengo esperanzas de que en un futuro cercano Son Moix pueda ser escenario de partidos importantes. Espero que venga la selección española». Moyá y Kournikova se convirtieron por tanto en los grandes protagonistas fuera del césped en otra jornada de infarto para el Mallorca.