Los 200 kilómetros entre la capital valenciana y Teruel fueron
recorridos por Vandenbroucke en 5 horas, 20 minutos y 41 segundos,
mismo tiempo que su compañero de escapada el español Jon Odriozola.
Tras ellos llegaron diez corredores a casi cinco minutos, mientras
que el pelotón principal lo hacía a casi trece minutos.
La general tras esta jornada no sufre cambios en su primeros
puestos y sigue comandada por el alemán Jan Ullrich, seguido por
los españoles Igor gonzález de Galdeano a 49 segundos, Roberto
Heras a 2:35 y José María Jiménez a 3:35 minutos.
La salida volvió a ser bastante rápida y prueba de ello es que
desde el banderazo de salida los tirones fueron una constante,
siendo el más espectacular el protagonizado por el español Matías
Cagigas. Su latigazo no hizo otra cosa que poner en fila de a uno
al pelotón principal y aumentar un poco más la tensión en el grupo
principal por el temor al viento.
Numerosos ataques en el grupo principal hasta que, hacía el
kilómetro 50, se formó un grupo de trece corredores se quedan en
cabeza los españoles Odriozola, Bermejo, Vicario, Cabello y David
García y rodadores de la categoría de los italianos Pozzi y
Farensin, el suizo Camenzind "vencedor del Mundial de fondo en
carretera" y el ruso Zintchenko, ganador de tres etapas en la
pasada temporada.
Llegaron a tener hasta once minutos en el kilómetro cien, pero a
partir de ese hito kilométrico los primeros de la general y los
pocos esprinters que quedan en carrera no dudaron en aunar fuerzas
y marcar un buen ritmo de caza.
Ninguno de los escapados era peligroso, por lo que los primeros
de la general hicieron lo justo para mantener esa diferencia, ya
que la Vuelta´99 ha entrado en su última semana y no es cuestión de
malgastar fuerzas como dijo el técnico del equipo Telekom que
comanda el líder de la carrera Jan Ullrich.
Como en las jornadas anteriores el «morbo» pasaba a ser los
puestos de honor en las clasificaciones complementarias, equipos y
metas volantes principalmente. Un aliciente que no fue tal, pues
tanto Kelme líder en el apartado de escuadras como el Lampre de
Hunter en la división de metas volantes daban por bueno lo que
estaba sucediendo. Por su parte tanto Ullrich como la revelación de
la Vuelta, Igor gonzález de Galdeano ni se inmutaron y se limitaron
a cumplir el expediente en el que los modestos y otros que no lo
son tanto y tienen que justificar su presencia en la carrera como
es el caso del belga Vandenbroucke que se fue con Odriozola hacía
el kilómetro 135.
A falta de 50 kilómetros para el final la situación se mantenía,
es decir Vandenbroucke y Odriozola marchaban con cerca de un par de
minutos de diferencia sobre un primer grupo de diez corredores y
cerca de once con respecto al grupo principal del líder
Ullrich.
En el callejeo de Teruel el español Odriozola trató de
sorprender a su compañero de escapada sin conseguirlo, tirón que
aprovecho Vandenbroucke para asumir la responsabilidad e imponer un
fuerte ritmo en el tramo final que le dió la victoria.
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