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ESPECIAL PARA UH
El ruso Viatcheslav Ekimov (Costa Almería) consiguió la victoria en la decimoquinta etapa de la Vuelta ciclista a España, que se disputó entre la localidad tarraconense de La Senia y Valencia, de 193'4 kilómetros de recorrido, al imponerse en un pequeño esprint protagonizado por los hombres que estuvieron escapados durante más de 170 kilómetros.

Ekimov realizó el recorrido de la jornada en 4 horas, 31 minutos y 45 segundos, a una media de 42'7 kilómetros, y con éste dio tiempo al grupo de fugados, que entró con un adelanto de 12:46 respecto a un primer pelotón en el que estaban todos los favoritos.

El pelotón principal se retrasó casi trece minutos, por lo que la general no sufre cambios en sus primeros puestos y sigue comandada por Ullrich, seguido de 49 segundos de Igor González de Galdeano y de 2:35 minutos de Roberto Heras. Jiménez está a 3:35, Tonkov a 3:45 y Rubiera a 4:35 minutos.

Una salida tensa, como viene siendo habitual y en esta ocasión con el valor añadido de la amenaza de viento lo que obligó, especialmente a los primeros de la general, a extremar las precauciones.

Como si fuera un calco de días anteriores, tirones y más tirones, hasta que se formó la escapada del día al quedar en cabeza los incansables italianos Bettini, Piccoli, Mazzoleni, Morini, han estado en la totalidad de las escapadas, además del ex plusmarquista de la hora el ruso Ekimov, el estadounidense Andreu, el francés Hervé y los españoles Tauler (Kelme) y Flores (Euskaltel).

Todos ellos, corredores perdidos en la general. El mejor era Bettini, a más de una hora, por lo que tuvieron el visto bueno del pelotón y por ello que en el kilómetro 70 tuvieran ya casi ocho minutos de diferencia, al no marcar ningún equipo ritmo de caza.

La situación no cambió, pues el esperado viento no aparecía y en el pelotón nadie quería asumir la responsabilidad. Fue en el tramo final cuando el Vitalicio Seguros avivó la marcha, ya que estaba en juego la clasificación por equipos, al estar entre los escapados un Kelme, el mallorquín Toni Tauler.

Hasta dieciocho minutos llegaron a tener los nueve escapados, pues el pelotón se dedicó a cumplir el expediente, a pesar de los muchos intereses que había. Quedó claro que las clasificaciones complementarias son un consuelo y prueba de ello es que Vitalico no hizo nada para salvar el puesto de privilegio que tenía en la salida.

La etapa llegó a su punto más interesante en la subida al mítico alto de Oronet, puntuable de tercera categoría y cuya cima estaba tan sólo a 40 kilómetros para la línea de meta. Ataques en el grupo puntero que no prosperaron y en el pelotón principal era el conjunto Banesto el que atacaba a bloque con seis de sus corredores.

El acelerón de Banesto fue para la galería pues nadie les echó una mano y lo peor de todo es que Vitalicio daba por bueno la pérdida del primer puesto en el apartado de equipos, en beneficio del Kelme, y se limitó a llevar a la revelación de la Vuelta, el vitoriano Igor González de Galdeano. Al final, lo de siempre, los escapados tenían demasiados minutos y en el pelotón principal no hubo acuerdo para aunar esfuerzos e intentar echar abajo la escapada que resultó ser la buena, como viene sucediendo desde la criba de EL Angliru en la octava etapa.