Diego Tristán, celebrando el tercer gol. El delantero andaluz firmó ante el Numancia una muy buena actuación. FOTO: TOMÁS MONSERRAT

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Diego Tristán ya espande su arte por Son Moix. El delantero de La Algaba (Sevilla) busca acomodo entre los grandes y el domingo echó mano de su dimensión de crack para debutar en Primera y hacerlo con descaro, seguridad y a lo campeón. Junto a Carlos Domínguez consiguió convertir en letal una línea que hasta la fecha había pasado prácticamente desapercibida.

Fernando Vázquez parece haber encontrado el dúo atacante idoneo para sacar adelante los partidos. Además el técnico gallego tiene un as en la manga, Leo Biagini, que está apurando el último tramo de su recuperación.

Diego está muy motivado, Vázquez y Gómez anteriormente, han recuperado moralmente a un futbolista cotizado y cuya calidad está fuera de toda duda. «No quiero dejar escapar esta oportunidad. De momento no se puede empezar mejor, no puedo pedir más. Estoy muy ilusionado y muy contento». El futbolista sin embargo y pese a dar el pase del segundo gol y marcar el tercero, antepone lo conseguido por el equipo a lo logrado a nivel personal. «Lo más importante son los tres puntos, más allá de quien marque. El Mallorca estaba necesitado de los tres puntos y estos se consiguieron. Salimos de esas zonas preocupantes y en mi caso particular estoy muy contento y muy agradecido a todo lo que es el club y el equipo ya que me han apoyado en todo momento», señaló.

Diego tuvo un buen debut y tras los nervios iniciales empezó a jugar sin problemas. «Al principio me sentía un poco extraño, fue un poco difícil pero en el momento de entrar en el campo me encontré muy bien, como si hubiera jugado toda la vida en Primera, no sentí nada raro, me encontré bastante cómodo e hice todo lo que pude». El delantero sevillano observa como con Fernando Vázquez las puertas de jugar se abren de par en par y, sino de titular, sí podrá gozar de más minutos que la temporada pasada. «El año pasado ya sabemos todo lo que pasó. El entrenador no confiaba en mí por los motivos que fuera y ahora tengo que trabajar mucho y con humildad para que el nuevo entrenador no pierda la confianza en mí».