José Luis Oliete dijo no. El preparador aragonés comunicó a última
hora del martes a la gerencia del Bàsquet Inca "lo hizo a través de
su agente José Ortiz" su negativa a entrenar la próxima temporada
al conjunto LEB mallorquín. La decisión del técnico, que en las
próximas horas puede comprometerse con el León Caja España, ha
generado una profunda decepción en el seno del club, básicamente
porque existía un acuerdo absoluto con el representante de Oliete.
El presidente Rubert, uno de los principales valedores del
aragonés, no ocultó su desilusión y malestar por el inesperado giro
que dieron las negociaciones durante la jornada del martes, aunque
evitó polemizar. «Es cierto que Oliete nunca nos dijo que estaba
hecho, aunque tampoco dijo lo contrario y si nos dio a entender que
el proyecto le seducía. El entendimiento con su agente era total y
debo reconocer que su decisión final ha sido un palo. No obstante,
llevamos bastante tiempo en este circo y sabemos perfectamente como
funciona», subrayó el mandatario inquense.
Rubert, que durante la madrugada del martes, al término de la
reunión que mantuvo con los integrantes de su equipo directivo,
intentó contactar con José Luis Oliete, reconoció que
«personalmente me ha disgustado bastante como se ha desarrollado
todo el tema, simplemente porque creía que él mismo me explicaría
lo que había ocurrido». El máximo mandatario del Bàsquet Inca
recordó que el fichaje de Oliete había generado una gran ilusión en
todos los estamentos de la entidad, principalmente porque existía
unaminidad absoluta a la hora de tildar al ex entrenador del
Menorca como el hombre idónedo para abanderar un proyecto
ambicioso. «Eso es indudable, ahora no debemos decir lo contrario,
pero también es cierto que hay muchos entrenadores en el mercado y
está claro que contrataremos a un técnico capacitado y que ilusione
a toda nuestra afición. Estoy convencido de ello».
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