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0 LEGANÉS: Raúl (0), Pedro (1), Raúl Pareja (1), Trigueros (0), (Nacho Sierra, minuto 75) (s/n), José Mari (1), Teixeira (1), Pablo Zuluaga (1), Julián Ronda (1), Macanás (0), (Luis Martínez, minuto 66) (1), Roberto (0), (Óscar, minuto 46) (1), Pachón (1).
0 MALLORCA B: Leo Franco (2), Fernando Porto (1), Pep Lluís Martí (1), Ivo (1), Potenzoni (1), Braña (0), Diego Tristán (2), Alyson (2), (Vaqueriza, minuto 61) (1), Àlvaro Novo (2), Ramón (1), (Luque, minuto 60) (1), Àlvaro Cámara (1), (Maldonado, minuto 75) (1).
ÀRBITRO: Pérez Pérez (Colegio Las Palmas). (0). Muy mal. Amonestó con la cartulina amarilla a Raúl Pareja, Julián Ronda, Macanás del Leganés y a Leo Franco, Ivo, Potenzoni, Alvaro Novo, Vaqueriza y al técnico Nando Pons. Expulsó por doble amonestación a Braña y de forma directa al preparador físico Pau Albertí.
INCIDENCIAS: Cerca de 5.000 personas en el municipal de Butarque. Mañana soleada y terreno de juego en excelentes condiciones.
LO MEJOR: El juego individual de Novo, Tristán y Alyson
LO PEOR: La falta de acierto en los metros finales y la expulsión de Rodrigo Braña

XISCO CRUZ
ENVIADO ESPECIAL A MADRID
El filial dio una zancada hacia la permanencia. Empatar a estas alturas y en estas circunstancias es como renovar el abono de Segunda. Además, si el equipo que amenaza con destronar al grupo balear cede ante el Toledo, el camino se allana. Leganés y Mallorca B se repartieron un punto, es decir, firmaron un pacto de no agresión en un partido sin definición (0-0).

Nando Pons cambió el aspecto del equipo bermellón. Dejó a Maldonado y Luque en el banquillo, envió a Sastre a la grada y habilitó una banda derecha con Braña por detrás de Àlvaro Novo. Desplazó a Alyson a la izquierda y liberó a Diego Tristán. El filial tuvo buena pinta hasta que dejó de tener la posesión del cuero, porque entonces el asedio del Leganés fue insoportable. Mientras contó con la pelota, impuso la calidad individual sobre el nivel del colectivo. Bloqueó la salida de los madrileños y en ocho minutos ya había pisado tres veces el área pequeña de los pepineros. Adoleció el conjunto rojillo de falta de pegada y a medida que marraba oportunidades resucitaba al Leganés.

Los de Sánchez Duque son un equipo incapaz de engarzar tres pases con criterio y que confían el gol a una jugada aislada o de estrategia. Tiran de la pizarra hasta que se acaba el repertorio: luego, se repliegan. Así, desde el minuto 23 hasta el 26 la batería de centrales del cuadro local insistió desde la esquina. Pedro en dos ocasiones (una de ellas al larguero) y Pachón, dirigieron sus intenciones hacia la portería de Leo Franco, pero el argentino estuvo soberbio.