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PERE CASTELLO/D.M. Los aficionados isleños al kick boxing tuvieron una importante cita el pasado sábado en el polideportivo sa Creu de Inca. Un título mundial en juego y un amplio cartel de combates componían una velada que no defraudó a un público que prácticamente llenó la instalación.

El mallorquín Eduardo Bonnín se proclamaba campeón del mundo al vencer a los puntos al checo Jiri Vesecky. El púgil isleño ganaba en puntuación todos los asaltos y poco a poco consolidaba su triunfo. Del tercer al séptimo asalto Bonnín golpeó sin cesar tanto de mano como de pierna en el rostro del checo. Vesecky, como profesional que es, supo aguantar las combinaciones y sabía salir a tiempo del rincón. El penúltio asalto resultó decisivo para la suerte del combate. El mallorquín todavía tenía fuerzas y cazó en tres ocasiones al checo. Tras el intercambio de golpes del último asalto, los jueces decidieron proclamar vencedor a Eduardo Bonnín.

No fue el único combate internacional ya que Gaetan Ngboundou y Emilio Calvo Epi se enfrentaban, si bien no había título en juego. El triunfo se le llevó el púgil francés que se mostró más acertado en los asaltos iniciales y contra el que nada pudo hacer el mallorquín, pese a que mejoró al final de la pelea. Ngboundou se llevó la victoria a los puntos.

El también mallorquín Juan García saltaba al cuadrilátero con la opción de arrebatar el título de camepón de España a Javier Hernández, hasta el momento poseedor del título. Era el combate más emocionante de la tarde. El luchador isleño realizó una buena pelea pero el madrileño Hernández demostró por qué es el campeón de España y en los asaltos finales propició un sin fin de golpes al mallorquín, consiguiendo así retener el cinturón.