Las obras de la pista del Polideportivo Príncipes de España, una de
las instalaciones estrella del Govern Balear, siguen siendo foco de
una gran polémica. Tras un año y medio de retrasos, éstas daban
comienzo a finales del mes de febrero.
Este año y medio fue una época cargada de gran tensión entre la
Federación Balear y la Dirección General de Deportes, que se limitó
a parchear la pista al objeto de acallar las críticas del sector
del atletismo. La gota que colmó el vaso fue un informe demoledor
de la Federación Nacional que por citar un ejemplo llegó a contar
treinta y seis agujeros en la jaula de lanzamientos obligando a
suspender estos por la peligrosidad que entrañaban para la
seguridad de los atletas.
Pero apareció la solución: la Universiada. Tras la firma de un
convenio en el cual el Govern cedía las instalaciones para
entrenamiento de los atletas participantes en la misma, se
comprometían a correr con los gastos de la remodelación. Todo fue
un espejismo. La esperanza se convirtió en una decepción. Las obras
que debían comenzar el 1 de febrero, tras un estira y afloja entre
la Dirección General y Universiada por el excesivo coste de estas,
se iniciaron mucho más tarde de lo previsto, concretamente el 22 de
febrero. También Universiada se comprometió a finalizarlas el
pasado 31 de marzo.
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