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El Govern balear no ha dado todavía una respuesta definitiva a las peñas mallorquinistas sobre si subvencionará o no parte del viaje de aficionados a la final de Birmingham, pero está realizando intensas gestiones a fin de recaudar el dinero. Según ha podido saber este periódico, el Ejecutivo autonómico pretende que la Universiada dedique doscientos millones de pesetas de su presupuesto de promoción a abaratar el coste de este histórico desplazamiento. A cambio de esta ayuda, que sólo se concretaría con el visto bueno del Consejo Superior de Deportes, los mallorquinistas lucirían unas camisetas rojas con la «U» blanca de la Universiada.

La intención de los peñistas es que las instituciones colaboren entregando veinte mil pesetas a cada seguidor rojillo que arrope al Real Mallorca en el estadio Villa Park el próximo 19 de mayo. Además de la opción de la Universiada, el Govern ha promovido ya diversos contactos con empresas privadas para que se sumen a esta iniciativa. El resultado de estos contactos se conocerá esta mañana, en el transcurso de una reunión que mantendrán el conseller de Cultura, Manuel Ferrer y el consejero delegado del Real Mallorca, Mateo Alemany.

La de ayer fue una jornada en la que Mallorca y Govern estrecharon lazos. El propietario de la entidad rojilla, Antonio Asensio, y el presidente de la Comunitat, Jaume Matas, almorzaron juntos en el restaurante Samantha's de la Bonanova. Al encuentro entre ambos mandatarios asistieron también los consellers Antoni Rami y Manuel Ferrer; el presidente del Mallorca, Guillem Reynés y el directivo Juan Buades. El objeto de esta comida era entablar líneas de cooperación para el futuro entre ambas partes, tal y como señaló al término de la misma Jaume Matas: «Considero que es muy bueno que la primera institución deportiva de las Islas mantenga lazos de cooperación con el Gobierno y eso es lo que nos ha traído aquí», señaló el jefe del Ejecutivo a los medios de comunicación presentes en el acto.