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Las fuerzas especiales de la Policía Nacional de Madrid estuvieron en el Lluís Sitjar ayer tarde para concretar el dispositivo especial que se ha organizado con la finalidad de controlar en todo momento a los hooligans ingleses. Los representantes de este cuerpo de élite observaron las calles que utilizarán los autocares de los equipos para llegar al estadio y cómo deben protegerse. También se analizaron los accesos por los cuales entrarán los 2.000 seguidores ingleses y la fórmula que se seguirá para registrar a todos y cada uno de los espectadores que entren al campo.

La Policía decidió que los efectivos que estén acompañados con perros se sitúen en el fondo sur para evitar, a la conclusión del partido, que los seguidores superen el foso e invadan el campo. También se acordó que el cuerpo de caballería se sitúe en la Plaza de Barcelona y que algunos efectivos se coloquen también en las inmediaciones de la calle Gómez Ulla. El responsable de seguridad del estadio Lluís Sitjar, Antoni Planas, manifestaba a la conclusión de esta reunión que «se ha hablado de muchas cosas técnicas y concretas de la Policía. Ellos quieren tenerlo todo bajo control y no se deja nada a la improvisación. Se ha calculado la hora de entrada y salida de los aficionados, el sistema de tornos, la colocación de las fuerzas especiales, en definitiva, se ha dado el último repaso a todo lo que ya se ha venido hablando estas últimas semanas».