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Carlos Moyá no pudo superar a Félix Mantilla en los cuartos de final del Conde de Godó y terminó perdiendo por 4-6, 6-2 y 6-3. El tenista superó en octavos a Juan Carlos Ferreiro por 5-7, 7-5 y 6-4 en un partido muy disputado y con alternancias. Moyá lamentó ayer noche haber quedado apeado del trofeo Conde de Godó, porque ha asegurado que es una competición que quiere ganarla.

El ex número uno de la clasificación de la ATP Tour no podrá hacerse con el liderato, al no haber alcanzado la final del Godó, hecho que parece no haberle preocupado en exceso, pues lo que pretende es «recuperarme para estar en forma para Montecarlo». El jugador mallorquín ha jugado con el dedo pulgar de su mano derecha vendado, después de la pequeña intervención a la que fue sometido hace dos días por tener dos coágulos de sangre. «Tenía un vendaje y no he vuelto a tener dolor, pero tampoco tenía mucha sensibilidad en el dedo más importante. Por ello, en el saque no he podido sacar el máximo de provecho. De hecho, el primer saque no me ha funcionado», ha dicho el jugador.

Moyá no entiende cómo ha podido perder el partido después de la ventaja que tenía en el primer set y en los primeros juegos del segundo.