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70 BASQUET INCA: Alzamora (11), Adams (27), Figueras (7), Holgado (5), Canet (4) "cinco inicial" Lanes (0), Oliver (12), Pampín (0) y Rafa Seguí (4).
20 de 46 en tiros de 2 puntos. 5 de 16 en tiros de 3 puntos. 15 de 25 en tiros libres. 24 rebotes (16 en defensa y 8 en ataque). 23 faltas personales.
95 MELILLA CAJA RURAL: Silva (13), Moore (7), Rutlan (23), Lluís Martínez (21), Panadero (10) "cinco inicial" Vicario (6), Torrubia (6) y Giménez (9).
32 de 42 en tiros de 2 puntos. 4 de 15 en tiros de 3 puntos. 19 de 23 en tiros libres. 15 rebotes (11 en defensa y 4 en ataque). 18 faltas personales.
Arbitros: Carod Segarra y Perea Lorente. Sin eliminados.
Marcador cada 5 minutos: (9-13) (14-25) (19-37) (27-46) "descanso" (30-55) (40-69) (50-82) y (70-95) "final.
Abonado a competir con los más mediocres, Bàsquet Inca se dejó el corazón en el vestuario y recuperó aquel baloncesto esperpéntico y mezquino que paseó durante un buen tramo de la competición. El grupo de Arbúcies desechó la posibilidad de dignificar el breve recorrido que presenta la fase regular y redactó un tratado de despropósitos que tuvo su efecto más tangible en el marcador final. Melilla Caja Rural, que después de dilapidar un buen puñado de millones parece haber construido un bloque sólido y solvente, abusó de un conjunto sin alma y concluyó su gira por las Illes con el mayor premio posible.

Las ausencias de Nacho Castellanos y Michael Jennings, obligaron a Arbúcies a rediseñar su dibujo y proyectar una revolución "Julio Canet y Arcadi Figueras aparecieron en el quinteto inicial" que no hizo otra cosa que agrandar la figura del alero madrileño, imprescindible en este equipo.

El Melilla, con una defensa extraordinaria y un buen discurso colectivo, descosió al Bàsquet Inca a las primeras de cambio. Un parcial de 2-18 dejó el marcador en 14-32 a falta de algo más de siete minutos para la conclusión del primer tiempo, dejó la cita completamente fracturada. Figueras, Pampín y Holgado, el trío inquense que intentó frenar a Rutland, fracasaron de forma rotunda. El base melillense manejó el partido a su antojo y además tuvo tiempo para firmar 23 puntos. Lluís Martínez también evidenció su superioridad dentro de la pintura. Nadie pudo con él (21 puntos), mientras que Silva y Panadero hicieron el resto desde el perímetro.

En el Inca todo fue un desastre. Grietas en defensa y anarquía en ataque. Thomas Adams aprovechó la tesitura "el duelo inclinado" para apropiarse de unos números tan innecesarios como ficticios.