El mallorquín que destronó a Sampras

Sampras llevaba 29 semanas seguidas siendo el mejor tenista del mundo, desde el 24 de agosto de 1998, hasta que ayer Moyà venció al brasileño Gustavo Kuerten en las semifinales de Indian Wells y le arrebató el cetro mundial.

El estadounidense de origen griego, que ha terminado los seis últimos años de forma consecutiva como número uno, se había mantenido en lo más alto desde el principio de la temporada, aunque salvándose por los pelos, semana tras semana, del acoso de sus perseguidores.

Sampras eludió la primera amenaza, en el Abierto de Australia -al que renunció alegando agotamiento físico y psíquico-, gracias a los fallos de sus rivales. Las eliminaciones prematuras de Àlex Corretja, primero en la «parrilla de salida» hacia el número uno, y del propio Moyà, entre otros, le salvaron.

Poco después de su reaparición, una lesión en la pierna sufrida en las semifinales del torneo de San José le obligó a dejar de nuevo indefenso su reinado mundial durante dos semanas.

En ese periodo llegó la amenaza más seria con el ruso Yevgueni Kafelnikov, triunfador en el Abierto de Australia y que venía de vencer en Rotterdam, a quien le bastaba para lograr el número uno con llegar a las semifinales del torneo de Londres, que ya había ganado el año anterior.

Kafelnikov pagó los nervios en el partido clave, el 26 de febrero, y cayó en cuartos frente al sueco Thomas Johansson, con lo que Sampras volvió a salvar su número uno. En las mismas circunstancias, el mallorquín Carles Moyà, en cambio, no falló en Indian Wells.