La victoria del Real Madrid en la inexpugnable pista del
Fenerbahce, que se había acostumbrado a despedir a todos los
rivales europeos del conjunto turco con el pabellón arriado, ha
convencido al equipo blanco de su papel de favorito para el duelo
que hoy jueves (20.30) puede concretar su pase a los cuartos de
final de la Liga Europea.
Las consecuencias del vandálico comportamiento de los
aficionados de Estambul seguirá el curso administrativo a través de
la asesoría jurídica y la gerencia madridistas, que tramitarán un
completo informe para la Federación Internacional con las
fotografías de los destrozos ocasionados en el autobús del equipo a
la salida del pabellón y un detallado relato de lo ocurrido durante
el encuentro. El informe pasará a manos del juez único de
competición de la FIBA, el alemán Alfred Drost, quien, con las
pruebas en la mano, tendrá la responsabilidad de decidir si el
Fenerbahce es sancionado.
La sección de baloncesto, y los jugadores, confían en que los
seguidores se aproximen a las taquillas del Santiago Bernabéu para
comprar sus entradas o a las de pabellón de la Ciudad Deportiva y
sepan crear un gran ambiente con corrección y sin incidentes. El
entrenador del Real Madrid, Clifford Luyk, también desearía acabar
la serie en el segundo encuentro porque «volver a jugar allí sería
como ir a las elecciones turcas y habría que llenar el pabellón de
policía. Hay que conseguir la segunda victoria».
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