Cúper sabe cómo se mueven los equipos que entrena Aimar y será difícil que el entrenador del Tenerife pueda sorprenderle. Foto: TOMÀS MONSERRAT.

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La primera plantilla del Real Mallorca empezó ayer a asimilar que la Copa ya es historia. Los hombres de Cúper se desperezaron a media mañana en el hotel de concentración habitual después de aterrizar en Palma a las tres de la madrugada con síntomas de cansancio, por el esfuerzo realizado, y con sueño por la hora en que se aterrizó en Son San Joan.

«Nuestro ánimo ahora no es el ideal pero se está trabajando tanto en lo que es la recuperación moral como física. Siempre es duro perder un partido y a esto se agrega que además de perder te han eliminado de la Copa», comentó Cúper. Con la eliminación de la competición del KO el Mallorca rompe lo que ha sido una racha triunfal en eliminatorias a doble partido.

El técnico dejó bien claro al término de su conferencia de prensa que el equipo seguirá exigiéndose al máximo. «El primero que exige soy yo, ahora bueno, lo único que digo es que todo no se puede ganar. Sería muy feliz ganándolo todo pero en ocasiones se puede perder y si alguien cree que este equipo no puede perder lo está magnificando a un nivel extraordinario. Todos tenemos presión por ganar, todos», comentó el entrenador.