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El campeón se ha acostumbrado a besar la lona con excesiva frecuencia. Acusa los golpes y no ofrece síntomas de rehabilitación. El Atlético Baleares es ahora un equipo roto, mediocre, fundido por las lesiones, el goteo de bajas de la pretemporada y los abandonos a mitad de curso. Así, los dígitos no engañan: 23 partidos disputados, seis empates, cinco derrotas, 42 puntos y cuarto en la tabla (el Poblense es quinto pero con un partido menos) y acumula dos encuentros consecutivos sin ganar. ¿Qué le pasa al Atlético Baleares?.

Con un grupo que cotiza a la baja, anclado en un socavón que se agranda con las fechas, a la directiva se le acumula un nuevo problema. Miquel Crespí ha amenazado con presentar la dimisión si en un plazo de 15 días el club no refuerza la plantilla con dos elementos de garantías. En la noche de ayer los mandatarios blanquiazules se reunieron para abordar la situación del equipo y para buscar soluciones. La primera pasa por conseguir la incorporación de algún futbolista «algo complicado si tenemos en cuenta las fechas en las que nos encontramos», señala el vicepresidente Fernando Miró. Para el máximo responsable del área deportiva, «nos hemos visto perjudicados por las bajas sufridas y el equipo lo ha notado. Estamos en una situación delicada, pero vamos a buscar soluciones», agrega.

Goteo de bajas, lesiones y despidos
Los problemas del Atlético Baleares arrancan en pretemporada. Varios jugadores solicitan la salida del club y abandonan la Vía de Cintura. Así, marchan Jaume Vidal, Javier Sendino, Paco Pérez, Rafael Zamorano, José Jesús Mañas, Vicenç Reynés, Santi Domínguez, y David Vicens, un amplio abanico de futbolistas que merman la salud de la plantilla. La junta directiva cicatriza la herida con la llegada de Loren, Hurtado, Cobos, Amengual, Pablo, Dani Nieto, Anselmo, Guillermo y Lladó. El equipo gana en juventud, pero pierde equilibrio. Faltan zagueros y el plantel se ajusta con la incorporación de Bruno. Sin embargo, Dani Pleguezuelo sufre una accidente de tráfico que le aparta de los terrenos de juego. Posteriormente, Loren sufre una lesión importante que le impide jugar durante casi un mes. Y por último, Santi Valero recibe una oferta del Universidad de Las Palmas de Segunda B y se marcha a tierras canarias. Todo ello, unido a las bajas de Guillermo, Pablo o Dani Nieto facilitadas por la entidad. El resultado, un equipo quebrado, sin alma y que se acostumbra a convivir con los malos resultados.