Pedro José, capitán del cuadro extremeño, y Jovan Stankovic luchan por un balón.

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1 EXTREMADURA: Gaspercic (2), Pedro José (2), Poli (2), Félix (2), Kalla (1), Oscar Montiel (1), Soto (1), (David, 80* s/n), Belenguer (1), Toni Velamazán (2), (Toril, 67), Manuel (1), Duré (2), (Diego, 82*).

0 MALLORCA: Roa (1), Olaizola (1), (Arpón, 79*), Fernando Niño (1), Siviero (1), Carreras (1), Engonga (1), Stankovic (1), Ibagaza (0), Lauren (1), Biagini (0), Dani (1).

ARBITRO: Puentes Leiva (Colegio gallego). Mostró cartulinas amarillas a Ibagaza (29*) y Stankovic (85*), ambos del Mallorca.
GOL:
Minuto 30, Toni Velamazán intenta una jugada de estrategia a balón parado y eleva el esférico por encima de la barrera para que Dure remate; Roa sale en falso y el balón se introduce en la red, 1-0.
INCIDENCIAS: Estadio Francisco de la Hera. Prácticamente lleno. Terreno de juego en mal estado. El Mallorca lució brazalete negro en señal de duelo por el fallecimiento de la madre de Guillem Reynés, presidente del club balear. Leo Biagini tuvo que ser atendido en el inicio del segundo tiempo tras sufrir un golpe en la nariz que le produjo una pequeña hemorragia

Fútbol mezquino y partido para el sonrojo. El líder abrió el año con derrota en el feudo del colista, escenario donde exhibió la imagen más siniestra que se recuerda. El Real Mallorca perdió sus señas de identidad en el Francisco de la Hera y un gol de dibujos animados certificó su derrota, la tercera del curso.

El primer acto del conjunto balear fue esperpéntico. Espeso a más no poder, el Mallorca fue un auténtico cúmulo de despropósitos, una caricatura del equipo solvente que ha gobernado con autoridad durante casi todo el primer tramo de la competición doméstica. El grupo de Cúper evidenció una alarmante falta de creatividad. Su línea de vanguardia apenas existió; Jovan Stankovic no entró en juego y Engonga perdió la guerra en la zona de las calderas. Fernando Niño y Gustavo Siviero, la pareja de centrales que formó en el Franscisco de la Hera, tampoco tuvo su tarde. Se quedó muda en la jugada del gol, una acción pueril en la que Toni Velamazán se encontró con un premio que nunca buscó. El catalán peinó por encima de la barrera para que Duré intentara un disparo en franquicia; la cobertura balear se quedó completamente estática, Roa salió a la desesperada y el esférico se introdujo en la portería. Era el 1-0.

Lejos de reaccionar, el Mallorca dio continuidad a su fútbol de encefalograma plano. Pérdidas y más pérdidas de balón ante una escuadra extremeña con un manual muy limitado pero cuyo trabajo en el centro del campo y buena colocación le permitieron vivir con cierta placidez durante un primer tiempo en el que el bagaje ofensivo de los bermellones fue nulo.

Varió el partido tras el descanso. Extremadura optó por cerrar filas entorno a Gaspercic y el Mallorca empezó a empujar. Dani, en un remate de cabeza, dio el primer aviso en un remate de cabeza que impactó en un defensa. Minutos después lo intentó Biagini con un tiro cruzado, pero nada.