El estadounidense LeBron James, durante un partido. | Reuters

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Han pasado cuatro años, muchas cosas y rostros han cambiado en ambos equipos, pero la final olímpica de Londres pondrá sobre el parqué del O2 a las dos mejores selecciones de baloncesto del planeta. España y Estados Unidos vuelven a verse las caras con el oro olímpico como objetivo común y a la caza del último título que le falta a nuestro país (16:00, hora española). Destronar a la nueva versión del Dream Team se antoja misión complicada, pero los de Mike Kzryzewsky han aprendido a sufrir en momentos puntuales en los Juegos (ante Lituania, 99-94), pese a lo cual llegan invictos y con un promedio de 116 puntos a su favor por encuentro, cerca de los 118 del conjunto dirigido por Chuck Daly en Barcelona 92. Una marca que los Bryant, LeBron y compañía quieren pulverizar a costa de una de las pocas rivales que les ha logrado plantar cara en los últimos años.

Exigente

La motivación y exigencia de los norteamericanos, unida a la calidad de un bloque estelar, pese a las ausencias, sitúa a los defendores de la corona mundial y olímpica por delante en los pronósticos. Pero España aspira a dar la sorpresa, pese a la irregularidad exhibida a lo largo de la cita. Esta medalla, y más todavía el oro en los Juegos, supondría la culminación de las trayectorias de una generación dorada. Campeones del mundo (2006), de Europa (2009 y 2011), subcampeones olímpicos (2008) y continentales (2007), los de Sergio Scariolo tienen mucho que ganar y poco que perder.

Será una cita histórica, pues por primera vez dos baleares tienen asegura, al menos, la plata olímpica con el equipo español. El mallorquín Rudy Fernández (que ya la ganó en 2008) y el menorquín Sergio Llull, debutante y primer medallista de la Isla en toda su historia, redactarán hoy una de las páginas más memorables para el deporte del archipiélago, elevando a cuatro las medallas obtenidas por los doce representantes del archipiélago en los Juegos de Londres.

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Será la tercera final olímpica del baloncesto español. La segunda consecutiva y la tercera frente a Estados Unidos, con un balance de dos derrotas (1984 y 2008), aunque en el último precedente, los hombres dirigidos por entonces por Aíto García Reneses plantaron cara (118-107) y dieron un aviso de su potencial, tal vez en el mejor momento de este grupo. Respecto a aquel encuentro, en el que la polémica por los pasos constantes de los norteamericanos dio mucho que hablar, en las filas españolas sólo repiten participación el mallorquín Rudy Fernández, José Manuel Calderón, los hermanos Gasol, Felipe Reyes y Juan Carlos Navarro.

En el bando opuesto, Kobe Bryant, LeBron James, Carmelo Anthony, Chris Paul y Deron Williams son los únicos supervivientes, aunque eso no ha mermado el potencial de una escuadra que, salvo en el choque ante Lituania, se ha paseado por la fase de grupos (firmando un registro tope de 156-73 ante Nigeria) y en los cruces apenas ha tenido apuros para tumbar a Australia y Argentina.

Russell Westbrook es la única duda en el defensor de la corona olímpica, sufriendo unos problemas en el pie en la semifinal frente a Argentina que deja en el aire su concurso esta tarde, en el encuentro que cerrará el programa de competiciones olímpicas de Londres 2012, antes de la ceremonia de clausura. Los debutantes Chandler, Love o Davis no querrán dejar escapar la oportunidad de hacerse con un oro que en su país es una cuestión de Estado.

En el bando español, las molestias físicas de Navarro o Rudy no les impedirán estar en la finalísima, un choque que por sí solo motiva, pero al que llegan tras un ajetreado torneo olímpico. Saldada la primera fase con derrotas ante Rusia y Brasil -que les dio el tercer puesto, evitando así a Estados Unidos hasta hoy- y sufriendo en exceso ante Gran Bretaña, las dudas se multiplicaron en torno al grupo de Scariolo, que tuvo que echar mano de su calidad y garra para apear a Francia en cuartos y de nuevo a una de sus ‘bestias negras’, Rusia, en las semifinales.

Además, el precedente más reciente, en el último encuentro de preparación para los Juegos, Estados Unidos marcó distancias (100-78), aunque hoy todo es posible.