Lorenzo Fluxá y Sonia Ledesma, posando junto a un vehículo con el que compitió la legendaria piloto alemana Jutta Kleinschmidt, la primera mujer en conseguir ganar el Rally Dakar en toda la historia. | Pere Bota

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Es el sueño de sus vidas, hacer realidad la ilusión de dos apasionados del motor que están a horas de volar hacia Arabia Saudí para hacer historia en el Dakar más especial. Porque la edición de 2023 volverá a tener representación mallorquina y, además, verá en liza a la primera mujer de las Islas en competir en el raid más mediático y exigente del planeta. Sonia Ledesma y Lorenzo Fluxá competirán en la categoría de coches, recogiendo el testigo de Toni Manresa. Lo hará en la categoría de Clásicos y con un objetivo claro: llegar al 15 de enero a Dammam.

Ledesma, de 32 años, es campeona de España de Regularidad de Rallys Todo Terreno y hará las veces de copiloto de Dani Albero, el primer diabético del Dakar. A bordo de un Toyota Land Cruiser 90 D4D, portarán el dorsal 752, mientras que Fluxá conducirá el Toyota C-90 (con el experimentado Sergi Giralt como copiloto) que en su día ocuparon el mítico Jackie Ickx y su hija (775), con la meta a medio plazo de seguir sus pasos y participar en 2025 junto a Lisabel, hija de Lorenzo y hermana de figuras del karting como Lucas y Luna Fluxá.

 «Con Lisabel este año corremos tres rallies de regularidad y el año que viene disputaremos otros cinco. Vamos a ir preparándolo todo para que en 2025 podamos ir juntos, bien preparados para la navegación y la regularidad», decía Lorenzo Fluxá, que ha realizado preparación en altura para llegar a punto físicamente.

Con más limitaciones estructurales, pero incontables dosis de ilusión, Sonia Ledesma se adentra también en un nuevo mundo. «No se parece en nada al Campeonato de España, porque aquí corres contra tí mismo en un escenario imprevisible», refería la copiloto, acompañada en este viaje por Fran Rodríguez. Su meta es «acabar. Eso ya es una victoria y sobrevivir a una carrera de quince días en los que el cuerpo, la mecánica o cualquier otro factor que te falle es determinante».

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Esperanzas

Apoyado en las tablas de Sergi Giralt, Fluxá se pone «el listón alto, pero será mi primer Dakar y voy con la expectativa de lo que me voy a encontrar. Pese a ello seremos competitivos. Llevamos un buen coche y nos hemos sentido cómodos. Si no tenemos ningún percance grande estaremos ahí». Y dejó claro que su primer objetivo «es acabar y en algunas etapas podemos despuntar un poco y estar delante».

Es consciente de que estas semanas de actividad, las que comprenden entre la salida del 31 de diciembre en Jeddah y la meta de Dammam, «supondrán un duro examen para el cuerpo, más allá del calor, el polvo y la arena», acumulando ambos consejos para encararlas. «Hay que alimentarse bien, hidratarse. Lo que me han dicho es que coma, duerma todo lo que pueda y vaya con cuidado con el agua», confesaba Ledesma, que destaca que «no se puede bajar la guardia, porque hasta el GPS te puede jugar una mala pasada», sin obviar que «el peligro está en cualquier lado. Queremos ir con velocidad, pero con precaución por las dunas...», añade Sonia.

Las verificaciones previas en el Sea Camp de Jeddah (29 y 30 de diciembre) marcarán el punto de partida para Fluxá y Ledesma. «Supone un esfuerzo brutal y la admiro, porque conseguirlo es difícil y es un gran esfuerzo para ella», asegura el piloto, que destaca «la dedicación y preparación para estar en la salida».

Ser la primera balear en el Dakar «es un honor y algo que ya quedará para la historia», pero a la vez lamenta Ledesma «la falta de implicación de instituciones y patrocinadores. Hablamos de igualdad y no es así...», a lo que apostilla Lorenzo que «se merece apoyo, porque ha logrado hacerse un hueco en un deporte mayoritariamente masculino. Lo veo con mi hija Luna. Igualdad es apoyar a mujeres como ellas, que dan grandes pasos». ¿Y sobre correr juntos en el futuro? «Suena bien», admite Fluxá, que muestra una buena sintonía con su compañera de aventura en el Dakar que colma sus sueños, «hechos realidad».