El piloto italiano Luca Marini (Ducati) en el test de MotoGP del Circuit Ricardo Tormo de Cheste (Valencia) | GIGI SOLDANO / DPPI Media / AFP7 / Europa Press

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El test oficial de postemporada de MotoGP, que ha tenido lugar este martes en el Circuit Ricardo Tormo de Cheste (Valencia), ha sido dominado por el italiano Luca Marini (Ducati) y ha servido para que dos excampeones del mundo como Marc Márquez (Honda) y Fabio Quartararo (Yamaha) pidan mejoras urgentes para sus motos de cara al Mundial 2023.

Tras el cierre del Mundial 2022 el pasado domingo, el mismo circuito valenciano ha acogido la primera toma de contacto con las motos y mejoras del próximo campeonato. Una jornada llena de cambios de pilotos y monturas, de nuevos chasis o piezas y, también, de anhelos y peticiones.

El más rápido fue Luca Marini con su Ducati del Mooney VR46 Racing Team (1:30.032), seguido por la Aprilia del español Maverick Viñales (se quedó a 225 milésimas y llegó a liderar durante la jornada) y por Marco Bezzecchi, compañero de Marini.

Pero los tiempos son, en jornadas así, lo de menos. Si bien es cierto que Ducati, que el domingo vio ganar a Francesco Bagnaia el título de campeón del mundo (terminó 12º este test), sigue fuerte con sus varias motos, en este test oficial lo importante es comparar la montura que se tenía con la que se tendrá.

Destacó en positivo el portugués Miguel Oliveira, muy rápido en su cambio de KTM a Aprilia y con el nuevo equipo satélite de la marca italiana, el RNF MotoGP Team. De hecho, fue más rápido que el piloto oficial de fábrica Aleix Espargaró, quinto.

Y se metió en el 'Top 10', con el décimo mejor puesto, un Enea Bastianini que debutará con el equipo oficial Ducati Lenovo Team tras hacerlo bien en el satélite Gresini. Un equipo, el Gresini MotoGP Team, en el que se estrenó Álex Márquez probando una Ducati más rápida y a la vez manejable que las Honda que deja atrás. Fue decimoquinto.

Precisamente, en Honda deberán trabajar en invierno, muy duro, para brindar buenas motos a sus pilotos. El ocho veces campeón del mundo Marc Márquez aseguró que en la fábrica de Honda deberán dar «dos pasos adelante» en invierno para poder competir por el próximo título.

El de Cervera, que junto a su nuevo compañero en el Repsol Honda Team Joan Mir (otro campeón del mundo que cambia de moto, fue 18º) probaron el nuevo prototipo de 2023, aseguró que la nueva moto mejora aspectos y empeora otros respecto a la moto que llevó hasta el domingo, con un ritmo de carrera parecida. Así que insuficiente.

Quien más rodó fue el francés Fabio Quartararo con su Yamaha del Monster Energy Yamaha MotoGP, con hasta 92 vueltas realizadas en Cheste. Y, como Márquez, se marchó al merecido descanso pidiendo mejoras a su fábrica. Y es que la nueva moto parecía no ser más rápida que la de 2022.

Otros pilotos que probaron sus nuevas monturas, cambio de marca incluida, fueron Pol Espargaró (16º, con la nueva GasGas), Jack Miller (17º, con la KTM) o Álex Rins (20º, con la Honda del LCR Honda Castrol). Resultados discretos pero con mucho margen de mejora hasta que llegue la pretemporada 2023.