Augusto Fernández celebra con su madre, su hermano y un amigo el título en Cheste. | MotoGP

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El trabajo, la constancia, la fe... Muchos argumentos pueden explicar y se unen para dar forma al título de Augusto Fernández. Pero el campéon del mundo de Moto2 desveló tras la carrera de Cheste un factor que fue decisivo para dar un vuelco a la general tras la carrera de Le Mans, en la que logró su primera victoria del curso. Fue tras el Gran Premio de España cuando decidió apostar por un método de trabajo que ha funcionado.

Ahí ha jugado un papel clave su madre, Sara, profesora de yoga y quien le ha ayudado a ver las cosas de otra manera y enfocar las carreras desde una perspectiva diferente. Ese método tuvo resultados inmediatos con el triunfo en Francia. En ese punto comenzó una remontada que tuvo en Sachsenring (Alemania) un punto vital, poniéndose a tiro del liderato.

«Hemos empezado a trabajar este año, especialmente después de la primera parte, cuando no salían las cosas. Había trabajado con ella un poco, pero no le había prestado mucha atención, hasta que este año sabía que tenía la velocidad, pero me fallaba algo y no sabía dónde atacar», relataba Augusto Fernández ante las cámaras de DAZN. «Con ella hemos llegado a la herida, donde estaba el problema», relataba el mallorquín.

Como reconocimiento a la figura y el trabajo de su madre, Augusto Fernández se hizo un tatuaje del que presume. «Desde un poco antes de Francia empezamos a trabajar y en Francia gané y me hice enseguida el tatuaje. Es un poco la filosofía que hemos seguido toda la temporada y está funcionando», comentaba feliz en un momento en el que tuvo palabras de agradecimiento especiales para su familia, clave para poder seguir adelante con su carrera y conseguir ser campeón del mundo.