Max Verstappen | GERMAIN HAZARD / DPPI / AFP7 / E

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El piloto neerlandés Max Verstappen (Red Bull) ha conquistado este domingo la victoria en la carrera del Gran Premio de Países Bajos, decimoquinta prueba del Mundial de Fórmula 1, y dado un paso casi definitivo para revalidar el título, mientras que el español Fernando Alonso (Alpine) ha finalizado sexto y Carlos Sainz (Ferrari), lastrado por un mal 'pitstop' y una sanción, solo ha podido ser octavo.

Con su décimo triunfo de la temporada, esta vez por delante del británico George Russell (Mercedes) y Charles Leclerc, el vigente campeón del mundo afianza su liderato de la general de pilotos, en el que aventaja en 109 puntos al segundo clasificado, el monegasco. Su segundo Mundial, más cerca.

Por su parte, Alonso, que partía decimotercero tras quedarse el sábado en la Q2, remontó posiciones para terminar sexto, beneficiado por la sanción final de cinco segundos a un Sainz desesperado; una mala primera parada en boxes trastocó los planes del madrileño, que recibió en las últimas vueltas una penalización por un 'unsafe release' ante Alonso en el 'pitlane' que le hizo caer tres puestos.

El apagado de semáforos desató la lucha sobre el exigente trazado de Zandvoort, donde un adelantamiento sale caro. Verstappen, 'poleman' del sábado, defendió sin oposición su puesto de privilegio mientras Alonso se quedaba atascado tras los AlphaTauri y Sainz salía indemne de un toque con Hamilton cuando este trataba de arrebatarle la tercera plaza.

El esfuerzo del madrileño, sin embargo, quedaba arruinado por el trabajo de los hombres de Ferrari en garajes solo 15 giros después de empezar; en su parada, los mecánicos se dejaron atrás una de las ruedas traseras y perdieron más de 12 segundos. «Dios mío», se lamentaba Sainz tras el incidente.

Mientras, Leclerc tiraba un 'undercut' contra el líder, que respondió parando también para salir de boxes con cinco segundos de ventaja. Los Mercedes quedaban así comandando la carrera, con Lewis Hamilton por delante de George Russell.

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Nueve vueltas después, en la 28, Verstappen superaba al piloto más joven de las 'flechas plateadas', y el heptacampeón cambiaba gomas para defenderse en el tramo final de 'Mad Max'. A ritmo de vueltas rápidas, los dos últimos campeones del mundo no escondieron sus cartas y tiraron con todo.

El desgaste de neumáticos comenzó a lastrar al neerlandés, que apostó por alargar el 'stint' para montar blandos mientras Hamilton le recortaba en cada vuelta. Solo el caos y la bandera amarilla provocados por el japonés Yuki Tsunoda (AlphaTauri), primero al asegurar que sus ruedas no estaban bien montadas y después al desabrocharse el cinturón de seguridad al pensar que iba a abandonar, aliviaron el sufrimiento del vigente campeón.

Con parada casi gratis, se puso la victoria en bandeja. La goma dura le hizo volar ante sus paisanos, que tiñeron de naranja las gradas de Zandvoort, y otro coche de seguridad por la detención del coche del finlandés Valtteri Bottas (Alfa Romeo) le permitió regresar a garajes para vestir de nuevo el compuesto blando.

Frente a los neumáticos medios del coche de Hamilton, que se había puesto momentáneamente por delante, el holandés no encontró oposición en el relanzamiento de la carrera, y voló hasta la bandera a cuadros. Russell, con blandos, también superó a su compatriota, visiblemente cabreado -«No me lo creo», dijo por radio- y que se quedó vendido ante el mejor ritmo de Leclerc.

El monegasco ascendió a posiciones de podio a falta de seis giros para el final y ya nada cambió, salvo el fiasco final de Sainz; el madrileño, con los cinco segundos de penalización por obstaculizar a Alonso en el 'pitlane', cedió tres posiciones y terminó finalmente quinto.

Tras los puestos de podio, Hamilton fue cuarto, el mexicano Sergio 'Checo' Pérez (Red Bull) quinto, Alonso sexto, el británico Lando Norris (McLaren) séptimo, Sainz octavo, el francés Esteban Ocon (Alpine) noveno y el canadiense Lance Stroll (Aston Martin) décimo.