El juicio tendrá lugar el 5,6 y 7 de febrero. | Redacción 20M

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Tras haber transcurrido más de un año desde los hechos y desde la entrada de Dani Alves en prisión, el ex futbolista del Barça será finalmente juzgado en la Audiencia de Barcelona los días 5, 6 y 7 de febrero, acusado de violar a una joven en un reservado de una discoteca de Barcelona el 30 de diciembre de 2022 y para quien pide nueve años de cárcel.

La Fiscalía de Barcelona pide para el brasileño nueve años de prisión por la agresión sexual, además de diez años de libertad vigilada y una indemnización de 150.00 euros para la víctima. Por su parte, la joven de 21 años reclama 12 años de cárcel, la pena máxima de prisión que establece el Código Penal por un delito de este tipo, además de una indemnización de 150.000 euros.

Una situación más que delicada para el jugador brasileño, que ha cambiado hasta en cinco ocasiones de versión frente a la jueza que instruye su caso y debe hacer frente a multitud de pruebas que apuntan a su culpabilidad en el caso. Para colmo, además, en su estancia en prisión preventiva ha ido perdiendo los pocos apoyos que le quedaban, salvo por su familia más cercana.

Fue su madre, Lucía Alves, quien más siguió animándole y apoyándole hasta el punto de compartir en su cuenta de Instagram el pasado 4 de enero un vídeo mostrando imágenes de la presunta víctima, de quien llegó a revelar su identidad, dando incluso datos personales. "Los que confían en Dios jamás pierden la batalla", escribía entonces la madre de Alves, sin saber que un mes después tendría que retractarse de todo ello.

Así, la madre del futbolista ha borrado este viernes esa publicación de Instagram, que consistía en una recopilación de imágenes de la víctima, editadas con música y acompañadas de comentarios en portugués en defensa de la inocencia de su hijo. En concreto, en ellas se ve a la joven bailando con amigas o celebrando su cumpleaños, y se publicó el 30 de diciembre de 2023, día en el que se cumplía un año del presunto delito.

Esa publicación alertó en su día a la Fiscalía, que no llegó a abrir una investigación porque el asunto se judicializó rápidamente a raíz de una denuncia de la víctima. Y esa denuncia, anunciada por la abogada que ejerce la acusación particular en nombre de la víctima, Ester García, ha sido ahora la que ha provocado que, a pocas horas del enjuiciamiento de su hijo, Lucía Alves de marcha atrás y borre las imágenes.

La progenitora de Alves, consciente de la cercanía del juicio y del riesgo que ella misma corre por el simple hecho de haber publicado esas imágenes, por mucho que quiera apoyar a su hijo, ha eliminado por tanto todo rastro de las mismas. Cabe recordar que difundir las imágenes o la identidad de víctimas de agresiones sexuales puede acarrear una pena de varios años de prisión, tal y como ya ha sucedido en otros casos en nuestro país, y así lo recordó Ester García en su día, apuntando que las acciones de Lucía Alves constituían "un delito flagrante".

"Es lamentable que, a fecha de hoy, se siga intentando destruir a las personas que se atreven a denunciar", añadió en su escrito la letrada, en el que dejó claro que instarían acciones judiciales "contra todas aquellas personas o medios que difundan las imágenes" de la víctima o faciliten cualquier información, directa o indirecta, que permita su identificación, como han hecho con Lucía Alves, cuyo destino es incierto pese a borrar las imágenes porque el posible delito ya está cometido.