Una imagen de archivo de Dani Alves.

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Hace medio año que el futbolista Dani Alves se encuentra el prisión provisional por una denuncia de agresión sexual. Ante el alto riesgo de fuga, la titular del juzgado de instrucción número 15 de Barcelona estimó que Alves debía permanecer encerrado. Los hechos de los que se le acusan ocurrieron el pasado 30 de diciembre en la discoteca Sutton. Una mujer denunció que esa noche el jugador brasileño le efectuó tocamientos por debajo de su ropa interior sin su consentimiento cuando se hallaba con unos amigos en el establecimiento. Tras el incidente, la mujer y sus amigos alertaron al personal de seguridad de la discoteca, que activaron el protocolo pertinente en estos casos.

Ahora, seis meses después y tras haber pedido en reiteradas ocasiones la libertad y que se la hayan denegado, el futbolista ha concedido una entrevista a La Vanguardia, en la que ha asegurado que tiene «la conciencia muy tranquila de lo que ocurrió aquella madrugada en el baño del reservado de la discoteca». «Nunca he hecho daño voluntariamente a nadie. Y a ella aquella noche tampoco. No se si ella tiene la conciencia tranquila, si duerme bien por las noches. Pero yo la perdono», ha dicho.

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Respecto a la noche del suceso del que se le denuncia, el brasileño ha reiterado que nada de lo que dice la chica es verdad. «Ella en ningún momento me dijo que me detuviera. Ni hizo ningún gesto de quererse ir. La puerta estuvo abierta en todo momento, podría haberse ido porque yo permanecí sentado prácticamente todo el rato sobre la tapa del wáter». En el caso de las rozaduras que presentaba la denunciante en las piernas, Alves asegura que se deben a que se puso de rodillas para hacerle una felación.

Una de las cuestiones que ha marcado el caso desde el inicio es el cambio de versiones que hizo al inicio de la investigación. Al ser preguntado por eso, ha dicho que lo hizo por amor. «Si alguien ha amado alguna vez de verdad, si ha conocido, como yo, el amor verdadero, sabrá que por conservar ese amor, uno hace cualquier cosa. Y yo mentí. «Tuve miedo de perder a Joana y por eso mentí. Luché a la desesperada por salvar mi matrimonio de una infidelidad, sin importarme las consecuencias que estoy pagando».