Miquel Bestard entrega la mayor distinción al mallorquinista Antonio Sánchez. | Jaume Morey

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No resulta fácil ver al presidente del Mallorca, Andy Kohlberg en actos sociales, entre otras cosas porque su labor profesional se desarrolla principalmente lejos de la Isla. Sin embargo, el hecho de implicarse en eventos como la Gran Gala del Futbol Balear aprovechando su presencia en la Isla, denota que no es una persona que viva al margen del proyecto que tiene entre manos y que no viene aquí solo para hacer turismo.

Pudo poner cualquier excusa para no asistir, pero no lo hizo. Pudo evitar subir al escenario para no recoger su distinción, pero no lo hizo y compartió momento con su hombre de confianza, Alfonso Díaz. Pudo entonces permanecer callado, pero quiso al menos dar las gracias en castellano. A estas alturas de la vida y tal y como está el fútbol, que una propiedad fuerte desde el punto de vista económico sostenga al Mallorca es una situación que debe ponerse en valor.

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Los premiados por sus ascensos en Tercera Regional.

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Constància. El presidente del club de Inca, Rafel Palou, entrega la camiseta del Centenario de la entidad blaquinegra a Miquel Bestard.

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Carmen Serra, presidenta del Grup Serra y el presidente de la FFIB, Miquel Bestard.

Hasta no hace mucho había una deuda de ochenta millones, un concurso de acreedores y un futuro incierto. Es cierto que la Primera División peligra, pero si el sostén económico permanece con Kohlberg y su grupo de accionistas, el futuro está garantizado. A partir de ahí restará un trabajo muy difícil, consolidar al equipo en Primera, identificarlo plenamente con la máxima categoría. Evitar los sufrimientos actuales.

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Fina Santiago, Miquel Bestard y Carles Gonyalons.

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Momento del cóctel que se ofreció en Son Termes.

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Un histórico, Lluc Colom del Santa Catalina con su trofeo.

En eso están y que se haya relevado a Luis García por Javier Aguirre indica que se está ocupado y preocupado por ello. La ovación que se recibió de Son Termes tuvo mucho que ver con ese agradecimiento hacia su implicación. Más allá del presidente del club, la entrega de distinciones dejó momentos mágicos, marcados por la emoción contenida de quienes llevan años y años jugando, dirigiendo, entrenando e impartiendo justicia. Haciéndolo de forma altruista y sin salir mucho en la escena pública. Por esto la Gala del Fútbol debe tener esa continuidad en el tiempo, porque supone un acto de agradecimiento hacia quien tanto da sin esperar nunca nada a cambio.