La selección española aterrizó en Atenas a última hora de este martes, tras un vuelo de cuatro horas y media, para jugar el jueves ante Grecia la primera de las dos 'finales' en las que se decidirá la plaza del grupo que da acceso directo al Mundial 2022. La expedición española partió en un vuelo chárter del aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas pasadas las 16:30 horas y sobre las 21:00, con una agradable temperatura de 18 grados, aterrizó en el aeropuerto Internacional de Atenas Eleftherios Venizelos, para acabar el viaje con un desplazamiento en autobús a su hotel de concentración en la capital helena.
Fue allí, durante la cena del 'staff' y directivos, cuando aparecieron Jordi Alba, Busquets y Gavi acompañados de Luis Enrique y el mallorquín Rafa Pol, el preparador físico de la Selección, para cantar el cumpleaños feliz a Miquel Bestard. Todo orquestado por el presidente de la RFEF, Luis Rubiales, que bromeó sobre los jugadores allí presentes: «Miquel, han sido de casualidad los tres del Barça. No te creas que es aposta». Tras soplar las velas los jugadores hicieron entrega de una camiseta firmada por toda la plantilla.
España ha quedado concentrada en el Hotel Intercontinental, donde establece su 'cuartel general' para tres días y que abandonará para volar directamente a Sevilla, donde el domingo se reencuentra con Suecia. Este miércoles los jugadores tienen programada una mañana de descanso, con ejercicios de reactivación y sesión de vídeo para preparar el partido ante Grecia. Ya por la tarde se ejercitarán en el escenario del encuentro, el estadio Spyros Louis. La selección española modificó su plan de viaje habitual y adelantó un día el desplazamiento para descansar en Atenas dos días antes de la cita y evitar el desgaste de hacerlo la víspera.
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