Marcelino García Toral durante su etapa en el Valencia. | Efe

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Marcelino García Toral, sustituto del cesado Gaizka Garitano, ha pasado para el Athletic de polémico rival a dueño del futuro inmediato del equipo rojiblanco, al que dirigirá desde este 4 de enero hasta el 30 de junio de 2022 si concluye el contrato que está acordando con el club vasco.

El técnico asturiano protagonizó varias polémicas con el equipo bilbaíno a lo largo de su carrera que le convirtieron en uno de los rivales que más ha encrespado los ánimos de los aficionados vizcaínos en estos años.

El origen de ese desencuentro fue la eliminatoria de Copa que enfrentó al Athletic y al Racing, dirigido entonces por Marcelino, en la temporada 2008-2009. «Ojalá el arbitraje para el Racing sea como el que tuvo el Athletic en El Sardinero», dijo el de Villaviciosa después de ganar 2-0 en la ida a los bilbaínos.

En la vuelta, con 3-1 en el marcador, el árbitro de aquel partido, Rubinos Pérez, no pitó un posible penalti de Pinillos sobre Gabilondo y el equipo santanderino acabó apeando al Athletic tras empatar a tres.

Marcelino dijo entonces que el colegiado no estuvo «ni mejor ni peor que en Santander» provocando un tremendo enfado de Joaquín Caparrós, entrenador rojiblanco, que declaró tras el encuentro que «estamos hasta el forro de las narices» y que «estamos en un mundo en el que parece que el que no llora no mama».

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Seis años más tarde, en 2014, ese desafecto entre el asturiano y el club vasco se ensanchó tras un encuentro entre el Villarreal, que entonces entrenaba, y el Betis. Tras el 1-1 final lanzó que «al Athletic le favorecen los árbitros muy a menudo» y que «si el Betis salió perjudicado contra el Athletic no tenemos culpa ninguna».

Dos semanas más tarde Villarreal y Athletic, que peleaban por la cuarta plaza que acabó siendo para los rojiblancos, se enfrentaron en el Estadio de la Cerámica y Ernesto Valverde en la previa respondió a Marcelino.

«A veces veo a gente hablando de los árbitros y me parece que está haciendo el ridículo. Yo de lo que me tengo que preocupar es de mi equipo», dijo el 'Txingurri', que encontró la contestación de Marcelino tras el 1-1 en Villarreal.

«No voy a hablar de los árbitros porque si hablo hago el ridículo. Habría sido más elegante por su parte si hubiera hablado en primera persona del plural. Pero yo no tengo el atrevimiento de decir que otros hacen el ridículo opinando», criticó.

Unos años más tarde, en 2017 y en una entrevista en los micrófonos de Radio Marca, Marcelino admitió que le «sabía mal esa situación» originada en aquella eliminatoria copera.

«Cada uno en el momento de competir intentamos jugar nuestras bazas. Se malentendieron unas declaraciones mías y a partir de ahí surge un desencuentro que los años no han sido capaces de tapar. Esperemos que en un futuro se haga», explicó el ya técnico del Athletic.