El belga Eden Hazard celebra el gol de la victoria del Real Madrid. | CHRISTIAN BRUNA

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La primera gran actuación del belga Eden Hazard, nuevo referente madridista, dio el triunfo al equipo de Zidane en la visita al Red Bull Salzburgo (0-1), explotando una asociación que promete buen fútbol con Karim Benzema, en una primera parte de luces y una segunda de sombras.

Le estaban esperando y apareció. Hazard comenzó a mostrar el jugador que es ante un rival de 'Champions'. Disfrutando con libertad de movimiento en un giro táctico de Zinedine Zidane que dio resultado. Apostó el técnico por tres centrales y dos carrileros para poner freno a la sangría de goles de pretemporada.

El estreno de Militao aumentó el poderío físico, arropado por Ramos y Varane; el regreso de Casemiro colaboró al regreso del equilibrio. Fue un Real Madrid diseñado para correr y es donde disfruta Benzema que exhibe una visión privilegiada del juego. Conectó siempre con Hazard para mejorar la imagen madridista.

El acierto que tuvo en todas las asociaciones, le faltó a Karim en la definición. Perdonó un mano a mano tras la primera conexión de Marcelo con Hazard, que dejó un sonoro 'ohhh' de la grada ante el taconazo del brasileño. El centro medido lo mató con calidad el 9 madridista pero la rápida salida de Stankovic tapó espacios y provocó el fallo.

A los 19 minutos Hazard rompía la igualdad. La orden de correr venía del vestuario y la interpretó bien Courtois, el portero de Zidane que quiere silenciar el debate con Keylor Navas y jugó nada más recuperarse. Tras blocar un centro sacó con rapidez, incluso lanzándose al frente para evitar rivales, Benzema puso la visión y Hazard la magia. Recorte hacia la derecha y latigazo a la escuadra.

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Premió los mejores momentos del Real Madrid en el partido. El Red Bull Salzburgo apenas llegaba con centros laterales sin remate y a balón parado. Perdonaba Haaland en su testarazo tras desajuste defensivo y le dará vueltas durante horas Minamino a la ocasión más clara. Solo para marcar en el segundo palo tras pase de la muerte, chutó fuera.

El sistema con tres centrales liberó a Marcelo de parte de sus responsabilidades defensivas y asomó siempre con peligro, encontrando su mismo idioma en Hazard. Con espacios y al contragolpe siempre desequilibró el belga, que dispuso de un mano a mano tras sentar a Onguene con un gran recorte, pero el portero le adivinó su intención en el disparo.

Cerraba su primera exhibición como madridista con un último disparo que no encontraba portería antes del descanso. El Real Madrid cambiaba su imagen tras la reanudación. Perdió frescura, acusó el cansancio y los cambios en bloque de su rival cambiaron el panorama.

Le faltó acierto al Red Bull Salzburgo y le sobró dominio. Diarra disparó blando lejano a manos de Courtois y la más clara la perdonaba Daka, precipitándose tras marcharse de Ramos con un balón picado que no encontró el gol del empate.

Los apuros no provocaron el retoque de sistema de Zidane que fue cambiando piezas. Sin Casemiro regresaron las dudas, la entrada de Vinicius devolvió cierta verticalidad y Jovic dispuso de la sentencia, de nuevo al contragolpe. Su buena acción tras pase al espacio de Kroos, la culminó con un buen zurdazo que le sacó el portero abajo. El Real Madrid acabó defendiendo su segundo triunfo de la pretemporada tras mostrar síntomas de mejoría.