El delantero del Deportivo de La Coruña Francisco Jiménez "Xisco" celebra el ascenso a Primera División. | Efe

TW
0

El Deportivo encontró en Xisco su talismán en el final de temporada, el delantero que apenas había dado señales de vida a lo largo del curso por las lesiones, pero que apareció en el momento decisivo para anotar los dos goles que desequilibraron a favor de los coruñeses el partido del pasado miércoles ante el Nàstic (1-2) y el de hoy ante el Huesca (2-1) y que certificaron el regreso a Primera División.

Con una dosis de sufrimiento, pero con alegría final, como casi siempre durante su corto camino en Segunda, impecable a nivel de resultados, el Deportivo sacó la cabeza del infierno con una remontada ante los oscenses, que se adelantaron en el marcador pasada la media hora de juego, pero que no pudieron con el líder a pesar de que intentaron aguarle la fiesta hasta el último suspiro.

Con el pitido final, la fiesta estalló en el abarrotado estadio de Riazor, la afición se quedó en sus asientos, no invadió el campo, y el campeón de Segunda comenzó la celebración de su regreso a Primera.

El Deportivo, por primera vez en la temporada, dependía sólo de su resultado para ascender, no tenía la magia de Juan Carlos Valerón, titular en 37 partidos de la temporada, y buscó llegar a la meta con la pegada de Lassad y Riki y menos elaboración.

Con ambientazo en Riazor y la fuente de Cuatro Caminos aguardando la celebración del ascenso, fue el Huesca el primero en asomarse al área contraria con un centro de Núñez que cabeceó fuera Omar.

El portugués Bruno Gama y el mexicano Andrés Guardado pisaron el acelerador del Deportivo en las bandas en el arranque del encuentro, pero al líder le faltó acierto en el remate.

Ni Riki, en un mano a mano que tapó bien Luis García, ni Bruno Gama, con un pésimo remate a centro de Guardado, ni el propio jugador mexicano en un disparo con el interior desde la banda derecha, pudieron batir al Huesca.

Los coruñeses bajaron el ritmo y los oscenses lo aprovecharon para tener más el balón y para intimidar a los de Oltra tras un error del medio del campo y la defensa que aprovechó Núñez para avanzar metros, llegar al área y picar el esférico con clase por encima de Aranzubia.

Con el marcador en contra, la grada de Riazor comenzó a pedir intensidad y carácter a sus jugadores y Riki rozó el empate con un remate de cabeza a centro de Lassad que sacó Luis García.

El Huesca respondió con un contragolpe que no supo concretar Carlos Lázaro para alivio del deportivismo.

El Deportivo estaba medio aturdido, pero se levantó con un centro del paraguayo Claudio Morel que Riki remató en el primer palo a falta de cinco minutos para el descanso.

Con las baterías recargadas, los coruñeses empujaron en la reanudación, pero no tuvieron el premio del gol en un disparo seco de Riki que desvió Luis García y el Huesca pudo castigarles con una acción personal de Omar, que se zafó con facilidad de la marca de Manuel Pablo antes de enviar el balón a la derecha de Aranzubia.

Avanzaba el reloj, no llegaba el gol del ascenso y Oltra, a falta de 23 minutos, apostó por el delantero que el miércoles le había dado el triunfo a su equipo en el minuto 94, Xisco, para tratar de que repitiera hazaña.
Y el balear, en una temporada gris con final feliz, no defraudó y tres minutos le bastaron para asomarse dos veces al área y anotar en la segunda, en la que logró conectar con la cabeza un centro de Bruno Gama.

Con el gol de la remontada, comenzó la fiesta en el estadio de Riazor, mientras Oltra, centrado en el partido, trató de amarrar el resultado con la entrada de Borja, que sumó contención al medio del campo.

El Deportivo acariciaba el ascenso y no estaba dispuesto a dejarlo escapar ante el Huesca, que tuvo el balón y buscó el empate hasta el final, pero no pudo evitar que los coruñeses, un año después, regresaran a Primera División.