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Sporting 0 - 1 Valencia


Sporting
: Juan Pablo; Damián Suárez (Carmelo, m.78), Botía, Gregory, Canella; Rivera, Nacho Novo (Lora, m.56), Sergio Àlvarez, André Castro (Sangoy, m. 56), De las Cuevas y Barral.

Valencia: Guaita; Bruno, Rami, Víctor Ruíz, Jordi Alba: Albelda, Ever Banega, Pablo Hernández, Jonás (Piatti, m. 60), Canales (Tino Costa, m. 78) y Soldado (Aduriz, m. 67).

Goles: 0-1: m.29: Soldado.

Àrbitro: Delgado Ferreiro. Mostró tarjetas amarillas a Jordi Alba (m.69), Rivera (m.70), Víctor Ruiz (m.76), Pablo Hernández (m.78), Bruno (m. 83).


Un gol de Roberto Soldado mantiene al Valencia invicto y deja al Sporting muy tocado sin haber puntuado todavía y, lo que es peor para sus aficionados, mostrándose como un equipo sin ideas, completamente carente de remate y con un calendario por delante como para estar seriamente preocupado.

El Sporting afrontaba la visita del Valencia sin puntos en su casillero, dos derrotas ante rivales directos y un mal juego que había provocado las críticas de los aficionados y el enfado de su entrenador, Manuel Preciado.

Una de las principales críticas de los aficionados era la ausencia de Rivera en las alineaciones iniciales y el técnico decidió complacer esta petición y le dio el mando del equipo desde una posición un tanto más retrasada que la habitual en la pasada temporada.

La perspectiva no era nada buena, pero los rojiblancos salieron con más mordiente que ante Real Sociedad y Osasuna, y fue precisamente un balón en profundidad de Rivera sobre De las Cuevas, a los tres minutos de juego, la primera ocasión local que la defensa valenciana resolvió con ciertos apuros.

Poco a poco, el conjunto de Emery fue imponiendo el ritmo de juego que le convenía, mucho más pausado y de toque, aprovechando la habilidad de sus centrocampistas y la movilidad de los medios puntas.

El balón pasó a ser claramente de su propiedad aunque sin que crearan ni una ocasión ante la portería de Juan Pablo.

Banega era el que imponía el ritmo mientras que por delante suyo, Pablo Hernández, Canales y Jonás intercambiaban constantemente sus posiciones y tan pronto aparecían por la derecha como por la izquierda o rompiendo por el centro.

Sin embargo, el Sporting con un juego mucho más directo lo intentó varias veces y primero André Castro y luego Canella dispusieron de dos buenas oportunidades, en especial la del lateral que disparó en buena posición obligando a Guaita a una gran parada.

Pero el dominio visitante era tan acusado que pronto empezaron a llegar sus oportunidades, la primera en una falta lanzada por Canales que la defensa desvió a córner y luego con la jugada que desembocó en el gol con el que el Valencia se fue en ventaja al descanso.

Banega se hizo con el balón en el centro del campo y mandó un pase largo sobre la internada de Pablo Hernández que aprovechó un hueco dejado entre Damián Sárez y Botía para llegar hasta la línea de fondo y pasar sobre Jonás que disparó, rechazó Juan Pablo pero el balón quedó muerto a los pies de un incomprensiblemente desmarcado Soldado, que sólo tuvo que empujarlo dentro.

Los locales seguían cediendo mucho terreno y eso desencadenó las primera protesta de los aficionados que se reprodujeron tras un error de Juan Pablo en el saque de portería que generó otra jugada de peligro que finalizó con un disparo de Jonás al larguero.

Fue la última oportunidad para cualquiera de los dos equipos antes del descanso.

El comienzo de la segunda parte fue un calco de como se desarrolló la mayor parte de la primera pero con el dominio visitante aún más acentuado y con un Sporting corriendo sin sentido detrás del balón que movían a su antojo Banega y Canales, lo que provocó una nueva protesta de la grada.

Preciado, ante la inoperancia de su equipo, dio entrada a Lora y Sangoy por Novo y Castro, muy desacertados en todo momento, y el Sporting comenzó a poner toda la garra de la que había adolecido en los 60 minutos anteriores.

De las Cuevas reclamó insistentemente un posible penalti en una jugada en la que Guaita realizó dos buenas paradas a sendos disparos de Barral en la primera llegada rojiblanca en la segunda parte.

Emery también hizo cambios dando entrada a Piatti y en medio de los mejores minutos locales el Valencia lanzó una contra protagonizada por Soldado que, tras ganar por velocidad a Botia, disparó pero Juan Pablo respondió con una buena parada.

Tras la jugada, el delantero valencianista se quejó de una lesión hasta el punto de que fue sustituido tras varios minutos con el juego detenido pero sin que el árbitro permitiera la entrada de las asistencias.

Aduriz y Piatti marraron una clarísima ocasión de gol en la que no acertaron a rematar un balón al que parecían haber perdido de vista tanto ellos dos como Juan Pablo, en unos minutos de total descontrol y ausencia de fútbol.

Guaita salvó a su equipo del empate en el minuto 82 en un remate de Barral que rebotó en un defensa y el balón hizo una parábola que se colaba por una escuadra a la que llegó providencialmente la mano del portero, al que la jugada había cogido un tanto adelantado.

Como sucediera en las jornadas anteriores el Sporting se lanzó al ataque en busca del empate con más corazón que cabeza, encerrando al Valencia en su campo.

Ante este dominio, los jugadores visitantes se emplearon con más contundencia de la necesaria, lo que provocó que el arbitro sacara varias tarjetas amarillas pero lograron mantener su portería a cero, lo que les sirve para seguir invictos y dejar al Sporting muy tocado.