Imagen del seleccionador, Vicente del Bosque, ayer, en Los Cármenes. | MARCELO DEL POZO

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La selección española busca reencontrarse en Granada con su verdadera identidad, ante la República Checa, el rival más exigente en su perfecto caminar hacia la Eurocopa 2012, y firmar un cuarto triunfo consecutivo que sería un golpe de autoridad para dejar encarrilada su clasificación.

España quiere vencer y recuperar la brillantez. Derrotas en amistosos ante Argentina (4-1) y Portugal (4-0), el empate de México (1-1) o el triunfo sin brillo ante Colombia (1-0) han alejado a la 'Roja' de la excelencia. El regreso de la competición oficial vuelve a motivar . Y su rival es la República Checa de Rosicky y Baros, con la que e principio jugará el liderato de grupo. Vicente Del Bosque ha trabajado una idea desde el inicio de la concentración. La importancia de ganar para dejar el grupo prácticamente sentenciado.

España lo lidera con pleno de triunfos, tres de tres, y le sigue su rival con dos victorias y una sorprendente derrota en su visita a Lituania. El seleccionador tendrá que mover piezas de su once tipo. Mostrará la que es pareja de futuro como centrales: Sergio Ramos-Piqué. El andaluz abandona la banda, para la entrada de Arbeloa. Del Bosque alineará a los que considera los mejores, entre ellos, Xavi Hernández, que alcanzará el centenar de partidos con 'La Roja'.

Mientras, la República Checa llega a España con la motivación que provoca enfrentarse al campeón del mundo en un duelo de prestigio largamente esperado. Los planes del técnico Michal Bilek son anular las cualidades de la 'Roja' y luego optar a hacer daño en alguna llegada. De los 22 convocados checos, sólo el ex osasunista Jaroslav Plasil tiene experiencia en la Liga española y será uno de los pilares en la línea medular junto a Rosicky, que lleva 20 goles con la selección.