TW
0
Atlético 2
Málaga 0

ATLÉTICO: Leo Franco (**); Perea (**), Pablo (**), García Calvo (**), Sergi (**); Simeone (**), Colsa (**); Jorge (**), Ibagaza (**), Musampa (**) y Fernando Torres (**).
Cambios: Salva (**) por Jorge; Antonio López (-) por Musampa y Luccin(**)por Simeone.

MÀLAGA: Calatayud (*); Alexis (*), Fernando Sanz (*), Juanito (*), Valcarce (*); Manu (*), Miguel Angel (*), Leko (*), Duda (*); Juan Rodríguez (*) y Geijo (*).
Cambios: Amoroso (*) por Geijo; Edgar (*) por Leko y Luque (*) por Duda.

Arbitro: Iturralde González (Comité vasco). Mostró tarjeta amarilla a Sergi (m.22) y Salva (m.68) por el Atlético de Madrid; y a Leko (m.30), Fernando Sanz (m.36), Duda (m.52) y Juan Rodríguez (m.65), por el Málaga. Expulsó por tarjeta roja directa al entrenador del Atlético de Madrid, César Ferrando (m.50).

Goles:

1-0. Minuto 44, Calatayud, en propia puerta.

2-0. Minuto 48, Fernando Torres.

Javier Villanueva|MADRID

El Atlético de Madrid arrancó la temporada con una cómoda victoria por 2-0 ante el Málaga, en un encuentro en el que los rojiblancos, que evidenciaron un renovado gusto por el fútbol de toque, no desaprovecharon las numerosas facilidades que les concedieron los andaluces para sumar los primeros tres puntos.

El técnico rojiblanco, César Ferrando, ha insistido a sus pupilos durante toda la pretemporada en la necesidad de tocar con sentido y paciencia el balón, en desterrar de la filosofía atlética el pelotazo, argumentos que, sin duda, hoy beneficiaron a los madrileños, ante un rival que demostró carecer de la menor vocación ofensiva.

El Atlético dispuso cuanto quiso del esférico. Sin alardes, los locales circularon el balón de banda a banda en espera de encontrar un hueco en la poblada defensa andaluza, que concedió más facilidades de la debidas, si quiere sobrevivir en Primera División, a los rojiblancos.

El más beneficiado de la falta de contundencia de la zaga malacitana fue el argentino Ariel Ibagaza, que, sin nadie encima que le atosigase, encontró los caminos necesarios para que su equipo llegase con cada vez mayor peligro en un insistente goteo a la portería de Calatayud.