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Los jugadores del Real Madrid intentan superar los efectos del «jet-lag» y se afanan en los entrenamientos, a sabiendas de que el partido contra el Mallorca no será nada sencillo y de que, ahora, deben centrar sus esfuerzos en la Liga. «Yo no duermo nada», reconoció Iván Helguera. Pero muchos de los jugadores del Real Madrid están en la misma situación, aunque el equipo médico del club no está especialmente preocupado por la situación y cree que, en breve, toda los miembros de la plantilla habrán ajustado el reloj biológico.

Eso sí, el buen humor reina en el vestuario, como demostró Makelele cuando, con Helguera ya sentado en la sala de prensa, estuvo unos minutos gritando tras la puerta consignas como: «Helguera, Balón de Oro». En el entrenamiento dirigido por Vicente del Bosque todos se esforzaron al máximo y completaron una sesión de gran carga de trabajo. La festividad de la jornada facilitó la masiva presencia de aficionados en las gradas y también la asistencia de algunos de los hijos de los jugadores sobre el césped de la Ciudad Deportiva, como fue el caso de los dos hijos mayores de Zidane, o el mayor de Raúl y Morientes.

Por segunda jornada consecutiva, el parte médico continúa en blanco y Del Bosque pudo contar en el entrenamiento con todos los jugadores, por lo que no se espera ninguna sorpresa en la alineación inicial, salvo que los trastornos de sueño de alguno, aconseje su no participación en el partido del domingo. Esta mañana Del Bosque tendrá una última sesión de entrenamiento, a las 11:00 horas a puerta cerrada, en las que se podrá confirmar todos estos aspectos.