... Y el Real Madrid está de resaca

Alrededor de medio millar de aficionados, ataviados con bufandas, banderas y pancartas esperaban tras un cordón policial la salida de los pupilos de Vicente del Bosque por la sala 2 de la terminal de internacional.

El primero en aparecer por la puerta fue el capitán del equipo, Fernando Hierro, quien portaba en sus manos el trofeo conquistado por el Madrid, que con su victoria suma la tercera Copa Intercontinental en las vitrinas del club blanco. A continuación desfilaron el resto de miembros del equipo que fueron subiendo al autobús del Real Madrid, a cuyos flancos se colocaron los aficionados, que buscaban un gesto de sus ídolos y que aclamaron, especialmente, a Iker Casillas.

Jorge Valdano mostró su agradecimiento por el apoyo de la gente y lo consideró «natural» porque se «ha ganado algo importante», al tiempo que subrayó: «de ganar títulos no se cansa nadie, aunque todavía estamos a la mitad de objetivos importantes». A juicio del mandatario madridista, la Copa Intercontinental es el título «más grande» por cuanto supone haber sido vencedor de la Liga de Campeones y señaló que para jugar el partido en Tokio «no extienden ninguna invitación» sino que hay que lucharlo.

Valdano estimó que la plantilla del Real Madrid está a la altura de la de «otros muchos» equipos, tanto en España como en Europa, y recordó que el Madrid acumula tres Copas Intercontinentales, lo que le sitúa «en la cima» del fútbol. El director general, que expresó su sorpresa por el recibimiento de la afición, comentó que el club ha decidido retrasar las celebraciones para el día 15 cuando se enfrenta en Liga al Recreativo en el Bernabéu o para tres días más tarde cuando la entidad culmina los fastos del centenario en el partido de las estrellas.