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Es el guardián de la puerta bética, un arquero idolatrado por una afición que vive el fútbol con pasión. Toni Prats sigue confirmando bajo los palos del Villamarín que es uno de los mejores porteros del panorama nacional. El miércoles vio la selección desde fuera pero tanto él como los que le conocen bien saben que tarde o temprano volverá a vestir ininterrumpidamente la casaca nacional.

Pero Toni es uno de esos tipos que cree en el trabajo, que vive el día a día y evita que las obsesiones deportivas busquen acomodo en su mente. «La selección es un objetivo que quieras o no buscan muchos futbolistas. En mi caso mucha gente me dice que tarde o temprano volveré, que si en este partido estaré o cosas por el estilo. Se va dando vueltas sobre el mismo tema pero yo estoy tranquilo. No puedo negar que tengo ilusión pero ahora el seleccionador tiene las cosas muy claras en el tema de la portería y yo me limito a trabajar duro y a desear suerte a los porteros en los que ahora confía». Prats mallorquiniza un vestuario en el que manda el que pudo ser técnico del Mallorca, Carlos Timoteo Griguol. Toni no duda ni un sólo instante en afirmar que el argentino hubiese sido un buen entrenador para el Mallorca. «Griguol hubiese sido un buen técnico para el Real Mallorca. Es un hombre con mucha experiencia en el mundo del fútbol y ahora nosotros nos encontramos en un periodo todavía de adaptación. Nos falta concretar del todo lo que quiere el entrenador de nosotros pero vamos mejorando día a día».