Andriy Shevchenko, seleccionador de Ucrania. | Andy Buchanan / POOL

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Ucrania, la peor mejor tercera en la fase de grupos, disfrutará de una vida extra que intentará aprovechar ante uno de los equipos más rocosos de la Eurocopa, Suecia, que peleará por una ronda, los cuartos de final, que no alcanza desde 2004.

Andriy Shevchenko, seleccionador de Ucrania, tendrá una oportunidad más para no perder crédito. Con dos derrotas en la fase de grupos y una sola victoria frente a Macedonia del Norte, llegó a los octavos de final por las justas rodeado de críticas.

Conjurados para dar la cara frente a Suecia, y después de más de una charla en el vestuario para buscar errores, los hombres de Shevchenko parecen dispuestos a dar un puñetazo de la mesa para hacer historia. No podrá jugar Denys Popov y es duda Zubkov, que sufre una elongación en el sóleo, mientras que Roman Yaremchuk parece que llegará a tiempo tras superar unas molestias musculares.

El once de Ucrania será parecido al de los tres primeros partidos, con un puesto en juego, el de mediocentro, por el que pelean Taras Stepanenko y Serhiy Sydorchuk. Arriba, el trío Yarmolenko-Yaremchuk-Malinovskyi parece inamovible y serán el arma principal de Ucrania para recuperar credibilidad.

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Dinámica

Enfrente, Suecia vive días más placidos marcados por la euforia tras completar una primera fase sólida que culminó con el primer puesto en el grupo E en el que estaba encuadrado España. Ahora tiene el reto de alcanzar los cuartos por tercera vez en su historia. En la Eurocopa que organizaron en 1992 llegaron a semifinales y en Portugal 2004 se estancaron en los cuartos de final. Desde entonces, siempre ha caído en la primera fase de las grandes citas.

El equipo de Janne Andersson es uno de los más rocosos de la competición gracias a un sistema defensivo sólido complementado con una nómina de jugadores muy peligrosos que no han defraudado en la Eurocopa.Sobre todo, dos: Emil Forsberg y Alexsander Isak.

Junto a Isak, podría jugar Dejan Kulusevski, que ya está preparado después de dar positivo por coronavirus al inicio de la Eurocopa y de jugar sus primer partido ante Polonia. Podría ser la novedad de un once que será prácticamente el mismo que el que mostró su solvencia en sus tres primeros encuentros.