Los integrantes del club La Salle Palma, junto a Melanie Costa, cuando la recibieron en el aeropuerto de Palma. | Jaume Morey

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Melanie Costa regresó a Mallorca tras proclamarse campeona del mundo de natación en piscina corta y fue recibida por los deportistas de su club, La Salle Palma

El tramo final de 2012 no ha podido ser mejor para Melanie Costa. La nadadora mallorquina cerró el ejercicio en el que participó en sus segundos Juegos Olímpicos (rozando las finales) con un oro y un bronce en los Mundiales de piscina corta de Estambul. Su título mundial en 400 libre es el primero para este deporte en Balears, y la victoria en la Salnikov Cup ha sido la guinda.

Ahora, Melanie piensa en descansar unos días con los suyos y en si siguiente gran reto: el Mundial de Barcelona, el próximo verano. «A 2013 le pido poder ir al Mundial y una vez allí, hacerlo lo mejor posible. No me quiero exigir resultados, prefiero ir poco a poco”, aseguraba la deportista, recibida por un nutrido grupo de nadadores de su club, La Salle Palma, y por las principales autoridades deportivas de la Isla, como el director general d'Esports, Javier Morente, el presidente del IME, Fernando Gilet, o el presidente de la FBN, Raúl García, además de sus padres.

Costa va más allá de Barcelona 2013, y mira hacia los que serían sus terceros Juegos, con la meta de nadar una final. «Guardo energías para Río 2016. Ojalá pueda sentir que estos años de trabajo no han sido en vano y no me quede con las novenas plazas en Londres”.

Asimilando su oro, «algo muy grande», en palabras suyas, Melanie sabía que su progresión debía tener frutos. «Me quedé fuera de las finales en Londres, pero sabía que mi nivel era alto, y tarde o temprano me tenía que tocar a mí», aseguraba, feliz. La campeona mundial admite que «este título y esta alegría me ayuda a seguir entrenando para llegar al verano a tope», y se muestra «orgullosa» de conseguir un nuevo logro «para una isla como Mallorca, con tan grandes deportistas».