Marga Fullana posa para este periódico. | Fernando Fernández

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«He cometido la estupidez más grande de mi vida». Con esta contundente sentencia asumía Marga Fullana (Sant Llorenç, 1972) el positivo por EPO que le fue detectado en un control fuera de competición en el Mundial de Canadá. Un error que la pentacampeona mundial y medallista olímpica de mountain bike reconoció antes de que la Unión Ciclista Internacional (UCI) lo oficializara, y que supone un duro revés y el peor epílogo a una trayectoria bañada en oro. La de la mejor ciclista española de todos los tiempos, que ha recibido numerosas muestras de apoyo, horas después de vivir el peor día de su vida atendió a Ultima Hora para agradecerlas y ampliar la versión que plasmó en una emotiva carta. La de Sant Llorenç mira al frente y orienta su futuro hacia otros desafíos en los que su inseparable bicicleta, el maratón y los deportes extremos se convertirán en el eje de una trayectoria que no se detiene. «Todavía daré mucho que hablar», avisa.

-Tras haber consumido una sustancia prohibida, ¿esperaba la noticia de la confirmación del positivo?
-No, pues hice uso de una cantidad muy pequeña y se trataba de un control fuera de competición. Fue una desagradable sorpresa, pero con el tiempo la vamos asumiendo.

-¿Qué es lo primero que le pasa por la cabeza en ese momento?
-Pensé, 'tierra, trágame'. No podía ser, me sentía responsable de un fallo grave, pero a la vez extrañada pues, insisto, usé una cantidad mínima, ridícula, pero suficiente. Me costó bastante asumirlo en un primer momento, no es agradable, y llegaba al final de una temporada difícil...

-¿Por qué se puede llegar a este extremo?
-La decisión fue mía y la asumo con todas las consecuencias. Hacía un año y medio que no conseguía un buen resultado, y la gente, el entorno... me sentía muy presionada. Cuando ganas, eres muy buena, pero si no lo haces, eres muy mala y estás acabada. El año ha sido difícil, con caídas, averías y problemas personales, en especial antes del Mundial y con un amigo muy especial al que necesitaba más que nunca. No son excusas, lo sé, pero pensaba que se iba todo al traste, que si no ganaba no tendría ayudas de patrocinadores y del Govern. Pensaba que no me podía pasar nada peor, y me equivoqué recurriendo a esta vía.

-¿Cuándo toma la decisión?
-Antes de ir al Mundial optamos por hacer uso de esa sustancia, pero luego, encima, el día de la carrera llovió, algo que no me va nada bien para competir. Si hubiera notado algo favorable, no hubiera quedado tan atrás. Esto demuestra que doparte no te ayuda a ser mejor deportista, en mi caso sólo me ha generado un problema, y muy importante.

-¿Era consciente de que estaba poniendo en juego una trayectoria de muchos años?
-Cuando estás así de mal, es fácil caer en la tentación, era una situación límite. No vale la pena hacerlo y pasar por todo esto, jugártela en un momento tan delicado. Si alguien decide apostar por esta vía, no se la aconsejo, ni mucho menos, es la peor. Yo me arrepiento de haberlo hecho y espero que mi caso sirva para que otros deportistas eviten acercarse a estas sustancias.

-¿Qué es lo que más miedo le da una vez que ha trascendido su resultado adverso?
-La reacción de la calle, quieras que no, eso te permite pensar en muchas cosas. Ahora estoy viendo a la gente que realmente me quiere, que está conmigo en los malos momentos y me anima, les conozca o no personalmente. En los buenos es fácil. Tengo a mis espaldas veinte años de trabajo, de controles. Estos meses han venido muchas veces a mi casa a tomar muestras, y todo ha sido limpio, como a lo largo de mi carrera, pese al 'no apto' del Mundial de Fort William (2007), por un problema con los factores de crecimiento, en el que al final pude demostrar que todo era correcto. Sobre la gente, al que quiera comprenderme, se lo agradezco; al que no, mala suerte. Reconozco mi error, todos los cometemos en la vida. Todas estas sustancias, si no entrenas y te esfuerzas, no sirven para nada. No valen la pena.

-¿Piensa que su confesión puede ser un atenuante de cara a una posible reducción de su sanción por parte de la UCI?
-No lo creo, ni me lo he planteado. Cuanto antes salga la sanción y pase todo, mejor. No tengo nada que esconder, y admitirlo espero que permita que la gente me comprenda. Asumo mi culpa, por ética y responsabilidad.

-Colom, Tauler y ahora usted. Tres duros golpes para el ciclismo mallorquín...
-Y todos en poco tiempo, una pena. Cada caso es un mundo. En el mío, yo lo reconozco y lo hice público antes de la UCI lo afirmara. Decidí confesar, fue una reacción instantánea. Muchos piden contraanálisis, pero yo no podría soportar más tiempo de espera, sabiendo además que iba a dar positivo otra vez.

-¿Cree que el doping es una práctica común en el ciclismo?
-Entiendo que la gente dude de nosotros. Pero para opinar de esto, se debe saber lo que vive un deportista a este nivel. El problema del dopaje está en todos los deportes, pero somos los más buscados y los más controlados. El ciclismo es la modalidad más limpia por el número de controles que se realizan. Quieren saber dónde estás, qué haces, tienes que estar localizable... no es vida.

-¿Qué opinión le merece el caso de Alberto Contador?
-No opinaré de otros compañeros, cada caso no es el mismo.

-¿Se plantea dejar la práctica del ciclismo?
-La bicicleta no la voy a colgar. Correré duatlones, medias maratones y algún maratón de cara al año que viene. Con 40 años, volver a enganchar sería difícil. No me planteo seguir o no en el mountain bike, pero ahora ya tengo ganas de volver, y de correr el TUI Maratón.

-¿Ha sido testigo de prácticas dopantes a lo largo de su carrera profesional?
-No todos los ciclistas se dopan, yo no he visto a nadie. Es un mal extendido en todo el deporte. A lo mejor, hay gente que lo hace por sistema, pero también está presente en otros ámbitos de la vida.

-¿Ha sentido el apoyo o el rechazo de la gente?
-He encontrado el cariño de mi familia y de la calle, y me reconforta. Me dan ganas de llorar cuando veo los mensajes de apoyo, y me da coraje por lo que he hecho, que no me lo voy a poder perdonar en toda mi vida. Pero es triste que ganes una Copa del Mundo y mucha gente no se dé cuenta, y por esta noticia, tu nombre dé la vuelta al mundo.

-¿Con qué se queda después de tantos años como deportista de élite?
-Con el apoyo de la afición. Me he equivocado, pero amo el deporte. De todo, me quedo con mi último Mundial (2008), que sirvió para reivindicarme. A pie, nadando o en bici, queda Marga para rato...

-¿Se ha sentido discriminada por ser mujer?
-Sí, en especial cuando buscas ayuda o un espónsor. Hay diferencias, es innegable. Si mi currículum fuera el de un hombre, otra cosa sería.