A mediodía arranca la actividad en Son Moix con la puesta de largo del Azul Marino Mallorca en el segundo peldaño del baloncesto nacional. El equipo que dirige Dani Rubio se estrena en la categoría y en su nuevo centro de operaciones dispuesto a esbozar su ambición. Las mallorquinas no se ponen techo pese a su condición de debutantes y aspiran a empezar a ilusionar a la afición con un triunfo que brindarle a su jugadora Alejandra Quirante, que esta semana ha perdido a su padre.
El Azul Marino, que mantiene a cuatro jugadores del pasado ejercicio, ha dado forma a una plantilla competitiva con incorporaciones de nivel para aspirar a algo más que la permanencia, aunque el reto es comenzar a asentarse y en aglutinar a los amantes del deporte de la canasta para seguir dando pasos adelante tal como ha hecho desde su puesta en marcha.
La sesión vespertina la protagonizan los dos representantes mallorquines en la LEB Plata a partir de las 18:00. El Fibwi Palma y el Palmer Basket Mallorca, que ya se vieron las caras semanas atrás con victoria para los segundos en tierras ibicencas, se sitúan frente a frente a una semana del inicio de la temporada en lo que será una prueba de fuego para calibrar el momento al que ambos proyectos llegan a la hora de la verdad.
El Ciutat de Palma, que alcanza su edición número 53, tiene visos de ser una fiesta del baloncesto mallorquín, aunque la proximidad del inicio de la competición oficial y la rivalidad propia de cualquier derbi elevan el interés de un duelo al que el Fibwi Palma llega con algo menos de rodaje después de haber cancelado sus encuentros de preparación previos.
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