Imagen del entrenador del Azul Marino, Dani Rubio, junto al flamante fichaje del conjunto mallorquín, Gaby Ocete, durante la presentación celebrada este jueves en Palma. | Pilar Pellicer

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Es el fichaje del año en la Liga Femenina 2 y un reclamo de altura para una categoría «que hay que valorar», aseguraba firmemente una de las mejores bases españolas de los últimos años. A sus 34 años, Gaby Ocete regresa a sus raíces para volver a vestir la camiseta del Sant Josep y el reto de hacer crecer al baloncesto femenino e instalarlo en una categoría superior de la mano del proyecto del Azul Marino.

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Tras su salida del Clarinos tinerfeño de la Liga Endesa Femenina semanas atrás, «no dudé un momento cuando contactaron conmigo. Hacía años que les seguía. Es un proyecto firme, con ilusión y ganas. Quería volver a casa, tenía ganas tras tantos años fuera. Lo pensaba de cara al futuro, pero ese momento ha llegado», aseguraba Ocete, acompañada por el técnico del Azul Marino, Dani Rubio, y una vieja conocida y de nuevo compañera como Alejandra Quirante, «ilusionada» con la llegada de Ocete, de quien tiene claro que «sumará muchísimo» en esta nueva etapa en la que compartirán retos y objetivos en la Isla, tras coincidir en el Joventut Mariana. «Desde que salí de Mallorca, supe que quería acabar aquí. Lo extra es poder jugar en Sant Josep, que es donde empecé a botar el balón... Es una ilusión extra y se cierra así un círculo», proseguía la base isleña.

En su retorno a la ahora Liga Femenina 2, Gaby Ocete muestra «respeto a la competición», sabiendo que «es el momento de dar un paso adelante» por parte del Azul Marino Mallorca, en cuya oficina de la calle Bonaire se presentó al flamante fichaje, arropada también por Gabriel Subías, representando al patrocinador, y Julián Iglesias, responsable de la sección. «Este proyecto tiene buena base, aporta gente con experiencia y jugadoras jóvenes que tienen un referente», con el ascenso a la Liga Challenge en el horizonte.