El sueco Alexander Lindqvist intenta penetrar a canasta ante la defensa del jugador del Lleida Stutz, en un lance del encuentro que disputaron este domingo el B the travel brand Mallorca Palma y los de la Terra Ferma en Son Moix. | EMILIO QUEIROLO

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Una decepción más. Y van tres en Son Moix en la primera vuelta para un B the travel brand que calcó el guión trazado ante el Canoe, volvió a ceder en casa ante otro equipo de la parte baja de la clasificación y, como consecuencia de ello, se aleja en dos victorias (10-5) del dúo de cabeza que forman Valladolid y Gipuzkoa (12-3) y prácticamente se despide de la Copa Princesa a falta de dos jornadas para alcanzar el ecuador del curso regular.

Un necesitado ICG Força Lleida llegaba al Palau a la caza de un triunfo vital y acabó aleccionando al equipo de Félix Alonso, que maquilló el marcador en la recta final (73-83), pero volvió a pagar su falta de intensidad de inicio, no tuvo su día de cara al aro y, cuando levantó la cabeza, sufrió un arbitraje poco generoso con los isleños, que fueron siempre a remolque en el electrónico. Y toparon con la versión más infalible de Santa Ana (28 puntos y 8 de 8 en triples) y la solvencia interior de Shaquille O’Neal Cleare (25 puntos y 9 rebotes). Ambos se echaron al equipo de Aranzana a sus espaldas -con apenas ocho jugadores en liza- para asestar al B the travel brand su quinta derrota y lanzar un serio aviso de cara a las próximas citas: Almansa y TAU Castelló.

Advertencia
Ya de inicio salió a por todas el Lleida. Shaquille O’Neal Cleare dio forma a un 0-6 de salida y los de Alonso empezaban a verse sin soluciones en ataque ante la defensa al límite de los catalanes, que aprovechaban la nula inspiración de los isleños desde el triple (0 de 3), que contrastaba con el acierto de Cleare (12 puntos y 3 rebotes en 10 minutos). Llegaba a ponerse doce arriba el Lleida (9-21), pero el primer parcial se cerraba diez arriba para el cuadro de Aranzana (13-23), que lanzaba algo más que una advertencia.

Los fantasmas del duelo frente al Canoe volvían a sobrevolar Son Moix y la exhibición de Santa Ana cobraba forma a ritmo de triples. Tunde se cargaba de faltas y el trío arbitral empezaba a unirse a la lista de problemas del BTTB, que seguía sin dar con la tecla, mientras el Lleida agrandaba la brecha hasta los diecisiete puntos (20-37).

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Reacción

Llegaron los primeros triples (Álex Hernández y Bertone) y con ellos una tímida reacción. Un parcial de 10-3 daba aire al B the travel, que al descanso mantenía sus opciones (32-44), pero estaba obligado a cambiar de rumbo, ahora con Quintela al frente, y tomar el pulso a un partido en el que los nervios ante la falta de acierto pasaban factura a los mallorquines, cargados de faltas e impotentes. Las técnicas a Barac y Félix Alonso marcaban el peor momento y dos triples de Feliu (protestado al parecer que pisaba la línea) y otra vez Santa Ana elevaban la máxima al marcador de Son Moix para los de la Terra Ferma (40-63).

Quintela y Löfberg capitanearon el último esfuerzo por levantar el partido, y con un parcial de 14-0 rebajaron el abismo a los nueve puntos de desventaja (54-63). Y ahí volvió a aparecer Santa Ana, con otro triple desde ocho metros que silenció estrepitosamente a un Son Moix que creía en la remontada cuando agonizaba el tercer periodo (54-66).

Los peores momentos de un Lleida lastrado por el esfuerzo físico, pero con suficiente margen en el marcador, no los aprovechó el BTTB. Stutz se unió al dúo de referencia para acercar al Lleida a un triunfo más que necesario. Los minutos finales sirvieron para evitar un tropiezo de mayores dimensiones, rebajar a siete la desventaja (73-80), pero otro triple, de Chapela, cerró otra tarde para olvidar en Son Moix (73-83). La que dejó el quinto revés, el tercero en casa. La que sitúa la Copa en segundo plano y amarga el final de un año que ha tenido de todo.