Álex Hernández inicia una jugada durante el partido de ayer ante el Liberbank Oviedo, este sábado, en Pumarín. | TANIA FERNÁNDEZ / OCB

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Pumarín lanzó un aviso al B the travel brand Mallorca Palma. Una advertencia de que el camino hacia el trayecto hacia el objetivo del ascenso no va a ser plácido. Los de Félix Alonso arrancaron el curso prolongando la mala dinámica de los isleños en Pumarín, encajando una derrota (70-61) cimentada en la superioridad de los asturianos durante la mayor parte del encuentro y de la que se extraerán muchas cosas para encontrar el rumbo que pretende seguir un equipo que mostró destellos de su clase, pero que exhibió también carencias que dejan claro el momento del curso en el que se halla. Pese a que el primer golpe lo dieron los de Son Moix, enseguida el Oviedo se entonó y de la mano de un buen Reyes asumió el control del electrónico, para cerrar el primer cuarto con un 15-11 que no permitía sacar muchas conclusiones.

A ritmo de triples, los asturianos abrieron brecha en los primeros compases del segundo parcial. Un 8-0 a su favor activaba las alarmas (25-15), pero la conexión sueca Lindqvist-Löfberg paró la hemorragia con un 0-9 como respuesta (25-24).

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Intercambio

La ruta hacia el descanso fue un intercambio de golpes en el que Löfberg (21 puntos y 4 rebotes) exhibió su clase y buena mano para mantener vivo el duelo a su ecuador (34-31).
Apeló al componente físico el Oviedo y a su fortaleza como anfitrión para intentar romper el encuentro en el tercer cuarto. El B the travel brand Mallorca Palma se vio doce abajo (49-37) para cerrar el parcial con un 53-43 que obligaba a la reacción en los diez minutos finales.

Quintela intentó darle otra marcha al juego, pero los intentos de reacción eran frenados de inmediato por un Oviedo que despegó tras la antideportiva de Löfberg (61-49). Bivià y Bertone lo intentaron desde el triple, pero el cuadro local supo jugar con el crono y amarrar una victoria de prestigio.