Fernando Fernández analiza la victoria del conjunto de Félix Alonso ante el Granada y que impulsa al conjunto mallorquín. | Youtube Ultima Hora

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El Iberojet Palma se permite la licencia de soñar. La sufrida victoria conseguida en Granada (82-84) permite a los hombres de Félix Alonso dar un paso de gigante hacia el playoff (18-12), encadenar la mejor racha del curso, con cuatro triunfos consecutivos, y meterse de lleno en la pelea por el factor pista en los cruces. De la mano de un Fran Guerra omnipresente (19 puntos y 9 rebotes) y con Álex Hernández y Carles Bivià (que cumplía 100 partidos) tirando de galones, los palmesanos certificaron su progresión ascendente y supieron manejarse con temple en un partido que controlaban con enorme holgura, pero que se complicó demasiado en el tránsito entre los dos últimos cuartos.

Iberojet

La mejor versión del Iberojet, la que suele exhibirse en Son Moix, salió a relucir en un arranque en el que maniató en defensa a un Covirán Granada descertado en el triple y ausente en la pintura. Eso lo aprovecharon los de Alonso para ir abriendo brecha, hasta cerrar el primer parcial 16 arriba (10-26).

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Supo mantener su colchón el Iberojet frente a un rival directo. Fran Guerra tiraba del equipo, que alcanzaba rentas de vértigo (24-41), pero los andaluces empezaron a ver aro desde más allá de 6’75 y alcanzaron el ecuador nueve abajo (36-45). Guille Rubio emergió para estrechar la renta del Iberojet, queveía muy de cerca al Granada. Los triples de Quintela y Uclés fueron un parche y con Josep Pérez inspirado, el Covirán logró darle la vuelta al partido y ponerse cinco arribas (63-58). Detuvo la hemorragia un triple providencial de Bivià en el cierre del tercer parcial (63-61). Sabía el Iberojet que tocaba sufrir y un arranque contundente del Granada sacudió al Palma (78-73, min. 36).

Reaccionó a tiempo el Iberojet, y con un 0-9 en el que la mano de Álex Hernández y la pillería de Bivià fueron claves, alteró el guión (80-84). Se aplicó atrás el Iberojet en los últimos segundos y logró un triunfo de un valor incalculable.