Los integrantes de la plantilla del DiscaEsports Balears de baloncesto en silla de ruedas posan antes de un entrenamiento. | M. À. Cañellas

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Mallorca puede presumir de uno de los jugadores estrella de la selección española y de la División de Honor de baloncesto en silla de ruedas. Pero tras la figura de Roberto Mena, un grupo de apasionados por el deporte de la canasta trabaja de manera incansable a la caza de un sueño.

La ilusión de la plantilla del DiscaEsports Balears no es otra que, además de disfrutar de su deporte, situar a Mallorca dentro del mapa del baloncesto en silla de ruedas nacional. Para ello, se ejercitan regularmente en el Palma Arena y cuentan con apoyos notables, como los del propio Mena, Xavi Torres, y un aliado llamado a ser clave en el futuro de la entidad: Rudy Fernández.

No en vano, el mejor baloncestista balear de todos los tiempos ya ha tendido su mano al DiscaEsports a través de su Fundación (con Marta Fernández al frente), realizando actividades conjuntas para divulgar la labor que la asociación realiza y la presencia de este deporte en la isla.

La Fundación Rudy Fernández ha mostrado su interés por la labor del DiscaEsports Balears, que también tiene en mente poner en marcha una escuela para los jóvenes deportistas con discapacidad que quieran practicar baloncesto en silla de ruedas.

Guillermo Morey, Jaume Grimalt y Beatriz Balmiza forman el cuerpo técnico de un equipo formado por una quincena de jugadores, de entre 15 y 40 años, que sueñan con inscribirse la próxima temporada en la Primera División (equivalente a LEB Oro). Así, si la línea de trabajo se mantiene, en el curso 2016/17 podría ver la luz el Fundación Rudy Fernández-DiscaEsports Balears. Y el sueño se haría realidad.